Al tema de la Maternidad es difícil que algún pintor se haya resistido; Picasso lo aborda pinta en innumerables ocasiones, prácticamente en todas las épocas y etapas de su dilatada trayectoria. Los referidos a su época azul (en los primeros años del siglo XX) y las diferentes versiones cubistas de 1921 no serán hoy analizados y focalizo la atención en dos versiones de la denominada época rosa, ambas pinturas de 1905.
En “Madre e hijo saltimbanquis” pese a que ambas figuras se encuentran muy juntas, los percibimos separados. Ambos están mirando en direcciones opuestas lo que contribuye a intensificar el distanciamiento que, inevitablemente, se traduce por transmitirnos tristeza y desolación. Esta composición no está muy alejada de otras (“La comida frugal”, “Pareja de pobres”…) donde temáticamente se reflejan asuntos de la época azul con un expresionismo formal con leves pinceladas pre-cubistas.
Este distanciamiento entre ambas figuras es el tema central de la obra y se refuerza estilísticamente por un eje vertical que divide la obra por la mitad dividiendo también a madre y niño.
Por otra parte, el pintor también refuerza este distanciamiento y frialdad entre los personajes por las formas de uno u otro; el niño cuadrado, la madre ovalada. Si observamos la figura del niño, con los brazos cruzados y una mirada tensa y perdida. Las líneas con las que está contorneado son casi rectas. Su cuello está tenso y bien derecho. Y, por el contrario, la madre tiene la cabeza ladeada, permanece triste y ensimismada.
La mayor parte de los observadores confirman que la visión de esta supuesta idílica estampa denota una frialdad y sobrecogimiento. No sabemos si madre e hijo se han peleado o, simplemente, permanecen distantes. Pero en esta instantánea cotidiana se ha colado la certidumbre de que la relación entre ambos no marcha nada bien.
Sin embargo, en “Maternidad” la visión es a un tiempo tierna y melancólica.
Picasso inmortalizó en sus lienzos numerosas escenas de mujeres con sus hijos. Esta es quizás una de sus obras más famosas en esta temática. Picasso recreó con absoluta dulzura y realismo el momento en el que una madre da el pecho a su hijo. Las formas alargadas y estilizadas (cuello, manos…) de la madre contrastan con la cabecita rechoncha del bebé que, con su manita, se agarra con suavidad al pecho.
Aquí los tonos pastel acompañan la imagen de arrullo e inclinación hacia el bebé mientras lo amamanta, con un toque de melancolía. Predominan los colores pastel y tonos cálidos, de líneas suaves y delicadas, y la figura de la madre, con proporciones alargadas, recuerda la admiración de Picasso por El Greco.
No conocía la obra Maternidad de Picasso. Me gusta mucho. Me enternece y, como cuando doy el pecho a mi hijo de 3 años, me hace pensar en la felicidad que supone alimentar y cuidar a tu hijo
Aprovecha, son momentos fugaces que no regresarán. ¡3 años y leche materna, es todo un récord! Enhorabuena, espero verte más por aquí o en http://fragmentsdevida.wordpress.com/
como podria obtener una replica de este hermosa obra
layla0857@hotmail.com
como podria obtener una replica, gracias….
Me ha maravillado este post, en realidad es que está muy cuidada la forma de escribir, lo que permite disfrutar de la lectura. Hace un tiempo ví una cosa que hablaba de esto, y la verdad es que tambien me fascinó. Espero que sigas escribiendo artículos similares a este, puesto que voy a visitar constantemente tu blog.
Donde se encuentra ésta obra???
En la casa de Carl Morgan II, en New Cannán, Connecticut.