Se quedó dormido de forma
inesperada, un sueño repentino
que cogió por sorpresa a los jilgueros
y les hizo entonar
melodías perdidas. Se quedó
dormido entre las flores y no pudo
volver a ser el mismo. Se quedó
con un deje de pétalos y brisas
en las piernas y una mirada triste
que atravesaba las paredes.
Autor: Pep Viyuela
Ilustración: Carl Wilhelmson, “resignation” (1895)
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