aviones negros (Horacio Ferrer, 1937)

30 Juny 2022

 

“En estos momentos están poniendo bombas en los tranvías de Argel. Mi madre puede estar en uno de esos tranvías. Si la justicia es eso, prefiero a mi madre”

(Albert Camus)

Horacio Ferrer de Morgado (1894-1978), partiendo de una formación academicista, protagonizó uno de los pocos episodios que puede calificarse de realismo social durante la primera mitad del siglo XX. Tras el estallido de la guerra civil su pintura abandona el simbolismo, el naturalismo y el art decó para dotarse de connotaciones políticas y sociales.

Tras el triunfo de las derechas en las elecciones celebradas en España en 1933, algunos de los creadores partidarios de las reformas llevadas a cabo hasta ese momento por los dirigentes republicanos adoptan un lenguaje plástico cercano al realismo crítico. Avanzando un paso más y como consecuencia del estallido de la Guerra Civil, ese lenguaje se radicaliza con la finalidad de ejercer la defensa de la legitimidad del gobierno de la República.

El carácter testimonial del realismo social fue absorbido por su sucesor bélico, que se afanó en captar instantes de alto contenido dramático. Las víctimas fueron casi siempre encarnadas por mujeres y niños, los eternos afectados de los conflictos armados en general y también de nuestra Guerra Civil. En su mayoría eran representados en escenas de refugiados, evacuaciones y bombardeos, siendo estas últimas las más prolíficas.

El realismo bélico se concentró en retratar a los testigos de lo que estaba sucediendo en España durante la Guerra Civil, con el principal objetivo de denunciar la injusticia a la que estaban siendo sometidos.

Aviones negros alerta sobre los efectos de la guerra entre la población civil. Representa el terror y la rabia contenida de las mujeres que huyen de los bombardeos con sus hijos en brazos. El carácter antibélico de la obra engarza con el Guernica de Picasso no sólo por su alegato contra la violencia sino también por la utilización de las mujeres como representaciones simbólicas de los efectos de la guerra; mujeres que huyen despavoridas con sus hijos en brazos, clamando contra los bombardeos que han arruinado sus vidas. Sin menoscabo de la evidente intención propagandística de enfatizar el dolor causado por los sublevados, puede distinguirse también las diferentes actitudes ante el ataque que manifiestan los protagonistas.

Por un lado, la figura central, esa mujer con el pecho al descubierto en una clara alusión a su naturaleza femenina y a la Libertad –aunque también se pueda interpretar que las bombas le han sorprendido alimentando al bebé que lleva en brazos, lo que no impide seguir haciendo ese guiño–, adopta una actitud rebelde y beligerante evidente por su puño alzado –otro signo– y su gesto de cólera. También con el puño alzado aparece un pequeño niño ante el espanto de su madre, que trata de refugiarse del peligro como también hace la tercera mujer joven. Tras la figura central, una anciana se encoge en sí misma con la mirada triste y preocupada, pero con la serenidad de quien sabe que el fin está próximo.

Espanto (Bombardeo en Almería) (1937), de Ramón Gaya, es una pintura protagonizada por mujeres agonizantes y desesperadas, y se centra, igual que la obra de Ferrer, en el momento crucial del lanzamiento de las bombas, así como también lo hace Bombardeo de Colmenar Viejo (1937), de Rodríguez Luna, donde el expresionismo es apabullante y constituye una muestra idónea del estilo apocalíptico del cordobés.

Sin embargo, Bomba en Tetuán (1937) de Santiago Pelegrín opta por representar el momento después del ataque, en el que los cuerpos de las mujeres, los niños y también el de un anciano, yacen en el suelo y bajo los escombros, algunos gravemente heridos, otros ya sin vida. De nuevo aquí vemos el pecho de una mujer al descubierto.

Este realismo bélico complementa los bombardeos con las escenas de refugiados y evacuaciones, de donde emana una profunda pesadumbre potenciada por los encuadres excesivamente cerrados. Son momentos de resignación en los que los protagonistas, siempre mujeres y niños, desfilan desprotegidos ante los ataques inminentes.

En este grupo encaja “Éxodo” (1937), también de Ferrer, donde el expresionismo convive con el cubismo. Se trata de una escena donde combina cierto bucolismo campestre con la huida de mujeres y niños en carromatos mientras la las casas del pueblo arden a lo lejos.

Destaca especialmente en esta temática la pintura de José Bardasano, “Evacuación”. La grandiosidad con la que representa esta retirada es épica y muy poco realista, como si rehuyera el dramatismo de la derrota y se dejará influenciar por el realismo socialista soviético. Vemos un enorme tanque con soldados y en el éxodo de los civiles sólo aparece una decidida mujer con su hijo a cuestas.

Por el contrario, aunque tiene el mismo tono propagandístico, Santiago Pelegrín en “Evacuación y defensa del Norte” (1937) combina expresionismo con cubismo.

 


costa da morte

29 Juny 2022

Océano de quimeras
blasón de náufragos.
Los occisos y pecios
romería politeísta.
El embrujo de vuestra voz
la savia del silencio.

Autor: Javier Solé

Ilustración: Antonio Tenreiro Bronchón, “Na Costa da norte” (1964)

La obra, de extraordinario colorido, sitúa en el espacio central al protagonista de la composición, el negro esqueleto de un barco varado en la playa como un ruinoso recuerdo de lo que un día fue.

El colorido agresivo intenta captar lo salvaje y agreste de la “Costa da Morte” gallega. El azul del mar, la tranquilidad del paisaje dominado por la línea horizontal, se opone a un cielo tenebroso, roto, del que escapa una luz potente que proviene de los rojos y amarillos intensos. Este contraste cromático y el empleo de un color casi puro, ofrece un planteamiento estético próximo a posiciones fauvistas.

La naturaleza, cargada de dramatismo, es a la vez profundamente poética y ambigua, plasmando la belleza de uno de los paisajes más hermosos y legendarios de Galicia, condicionado por su trágica historia de hundimientos y náufragos.


el pájaro va a morir

28 Juny 2022

Estoy triste,
estoy triste.
Salgo al balcón y acaricio con los dedos
la tersa piel de la noche.
Las luces del vínculo se han disipado
Las luces del vínculo se han apagado.
Nadie me presentará al Sol,
nadie me llevará a la fiesta de las golondrinas.
Recuerda el vuelo;
el pájaro va a morir.

Autor: Forugh Farrojzad

Ilustración de Galya Popova


los pequeños naturalistas (J. Jiménez Aranda, 1893)

27 Juny 2022

Esta pintura de José Jiménez Aranda (1837 – 1903) es una obra pionera de temática infantil en huertos o jardines rurales de Alcalá de Guadaira, en Sevilla, en la que el pintor se embarca en el realismo naturalista tras haber abandonado la “ pintura de casacón”,  una vertiente de la pintura de género de la segunda mitad del siglo XIX que tiene como inspiración una imagen idealizada del siglo XVIII y que aparece protagonizada por toreros, gitanos, manolas, goyescas, sacerdotes y demás personajes del imaginario dieciochesco. Es un alegato a ese deseo de la observación tan propia de los niños. 

El cuadro muestra una escena cotidiana infantil, en la que unos niños, reunidos en el rincón de un huerto de una casa de campo, observan con gran atención el movimiento de un escarabajo que se ha dado la vuelta. 

La obra muestra un escenario natural en la que los niños juegan y se concentran, ajenos a ser observados por el artista que los pinta o el espectador que los contempla, y lo hacen como si fueran entomólogos, observando a un escarabajo en el huerto de una casa de campo.

Son pequeños naturalistas, niños curiosos, medio jugando y medio observando, atentos y al margen de su entorno, un entorno, por cierto, bellísimo y tratado con sencillez para crear una armoniosa combinación de colores, donde las macetas, a modo de bodegón, contrasta con las prendas de los niños.


manicomio frente al mar

25 Juny 2022

En un manicomio frente al mar
una mujer otea el horizonte.

Se interroga por la línea
que limita mar y cielo:
la ve; ¿de verdad la ve?
Contempla el paisaje
como un vaso de agua
en alzado: un levísimo corte
divide en dos la transparencia.
Sumerge los ojos
en una brecha imaginaria:
la cosa azul, la palabra azul.
Hurga en busca de la quiebra,
rastro de una cicatriz
que pudiera tal vez reabrirse:
despegar los labios cosidos,
recuperar el habla, decir
esto es real, esto ilusión.
Medio dormida, desea
arrancarse el rostro a jirones.

En un manicomio frente al mar
una mujer sueña con mojarse los pies.

Autor: María Elena Higueruelo Illana

Ilustración: Chaim Soutine, “la loca” (1918)


la fogata de San Juan (Berni, 1943)

24 Juny 2022

En la presente composición el fuego actúa como símbolo del fervor religioso que a su vez se ve reforzado por las figuras que contemplan el fuego. Además, la escena tiene lugar en la plaza de un pueblo tranquilo y desolado. Hay pocos edificios, austeros en los detalles arquitectónicos, que subrayan aún más la marginalidad del lugar, así como el carácter metafísico de la composición general.

Antonio Berni fue uno de los principales artistas que se comprometió con los problemas políticos y sociales en Argentina. Desde sus inicios, su obra estuvo cargada de contenido político y lo siguió siendo a lo largo de su vida. El principal esfuerzo de Berni fue lograr un lenguaje artístico que representara mejor en términos pictóricos y estéticos el malestar político en los países latinoamericanos. La fogata de San Juan (1943), pintada durante el período de mayor agresividad política de Berni, representa la festividad religiosa de San Juan Bautista celebrada en cualquier pueblito de la periferia de Buenos Aires. En él vemos a los habitantes del pueblo reunidos alrededor de una hoguera; mientras contemplan el fuego, la mirada del espectador puede vagar por el pueblo viendo la desolación y el empobrecimiento de la gente.

Esta pintura responde claramente a lo que se conoce como realismo crítico de Berni, un estilo que pretendía representar las condiciones sociales y económicas de las personas a través del arte. Esta idea se desarrolló a partir de manifestaciones estéticas populares de principios del siglo XX, incluido el muralismo mexicano. En los años treinta, el artista abandona sus preocupaciones surrealistas y metafísicas para volcarse hacia la representación de lo cotidiano vivido a través de los ojos de los grupos humildes y marginales. Aunque nacionalista y revolucionario, Berni se distanció filosóficamente de los muralistas porque no creía en una revolución apoyada por el Estado. Estaba en contra de la ejecución de murales institucionales, sin embargo, creía en algunas de las preocupaciones pictóricas y estéticas empleadas por los muralistas. Berni apoyó composiciones a gran escala que representan escenas con un contenido social explícito. Formalmente, empleó algunos elementos de este estilo, más claramente la colocación frontal y frisa de las figuras en el espacio pictórico. También están presentes vestigios de su forma compositiva anterior, más notablemente en la naturaleza melancólica y algo metafísica presente en su obra. Esta cualidad sombría pero elegante de su pintura también puede atribuirse al carácter melancólico de los argentinos.


el segundo país

23 Juny 2022

Un hijo es el segundo país donde nacemos.
Luis García Montero

Busco tu mano en la noche,
tu minúscula mano,
tu mano de bebé, talismán mío,
para escapar de oscuros pensamientos.

Del alba de los días laborables.
De la aterida sombra de su ausencia.
De los pliegues nocturnos donde aguarda,
cada vez más seguro de sí mismo,
cruel en su mansedumbre,
el fracaso,
con su inquieto latir de animal preso.

Tú sonríes dormida.
Me esperas
del lado luminoso de la noche.

Y ya no tengo miedo. Me proteges.

Autor: Ioana Gruia

Fotografía: Aleksandr Rodchenko, “Escaleras” (1929)


Ítaca

22 Juny 2022

“Una forma de cambiar el mundo es imaginando uno nuevo,
En lugar de aceptar el que nos entregan”

(Billy Collins)

¿Existirá Ítaca?
¿Viajar al país de la lluvia
aliviará la sed del agua?
¿Encontraré allí a nuestros dioses
o serán refugiados
de algún cielo extranjero
en espera de visado
para entrar al paraíso?
De dioses a parias.
De parias a dioses hay apenas
un leve paso fronterizo y sin escamas.
¿Existirá una nueva Ítaca?

Autor: Marta Navarro

Ilustración de Walid Ebeid


ciegamente

21 Juny 2022

Porque quiero tu cuerpo ciegamente.
porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror, esa cadena
mortal, que arrastra inconsolablemente.

Inconsolablemente. diente a diente,
vos bebiendo tu amor, tu noche llena.
Diente a diente, Señor, y vena a vena
vas sorbiendo mi muerte. Lentamente.
Porque quiero tu cuerpo y lo persigo
a través de la sangre y de la nada.
porque busco tu noche toda entera.

Porque quiero morir, morir contigo
esta horrible tristeza enamorada
que abrazarás, oh, Dios, cuando yo muera.

Autor: Blas de Otero

Fotografía de Aitor Arana Arruti


otro nacimiento (fragmento)

20 Juny 2022

Todo mi ser es un oscuro canto
que te llevará
al alba de los brotes y el eterno crecer.
En el canto te suspiré, oh.
En este canto
te he injertado en el árbol, en el agua, en el fuego.

La vida es, quizá,
una larga calle por la que cada día pasa una mujer con una cesta.
La vida es, quizá,
una cuerda con la que un hombre se cuelga de una rama.
La vida es, quizá,
un niño que vuelve a casa del colegio.
La vida es, quizá, encender un cigarrillo en el reposo narcótico entre
dos actos de amor,
o la mirada ausente de un transeúnte
que se quita el sombrero
y con una sonrisa absurda le dice a otro transeúnte «buenos días»

Autor: Forugh Farrojzad

Ilustración: Iman Maleki, “Recuerdo de aquella casa” (2001)


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