hort blanc

Tornarà aviat de cop
la primavera a l’hort dels avis.
Conjugues infinit i breu
sempre que penso en tu.
Com el cant de l’alosa
o el vol del gratapalles.
Com les flors de la perera.

Fa temps
la mare va plantar
un cirerer.
Però ja es mort.
Em recorda a tu.
El llimoner, en canvi,
de mica en mica
es fa gran.
Ens agradem
els préssecs i les pomes.

Tot l’hivern
escriu el teu nom
en el mur el vent.

Ara tot es blanc i petit
a l’hort dels avis.
Però ben aviat
esclatarà la primavera.

Quina festa de la natura
més trista!

Autor: Javier Solé

Ilustración: Van Gogh, «huerto blanco» (1888)

Van Gogh llegó a Arles en febrero de 1888 en una tormenta de nieve; en dos semanas el clima cambió y los árboles frutales florecieron. Apreciando el simbolismo del renacimiento, Van Gogh trabajó con optimismo y celo en unas catorce pinturas de árboles en flor a principios de la primavera.

Los árboles en flor eran especiales para Van Gogh; representaron despertar y esperanza. Los disfrutó estéticamente y encontró alegría pintando árboles en flor. Las pinturas de árboles y huertos en flor que hizo reflejan influencias impresionistas, divisionistas y grabados en madera japoneses.

HUERTO BLANCO

Regresará pronto de súbito
la primavera al huerto de los abuelos
Conjugas infinito y breve
cuando pienso en ti.
Como el canto de la alondra
o el vuelo del escribano.
Como las flores del peral.

Hace tiempo
mamá plantó
un cerezo en el jardín.
Pero enseguida se murió.
Me recuerda a ti.
El limonero, en cambio,
poco a poco
crece y se hace grande.
Nos gustan
los melocotones y las manzanas.

Durante el invierno
el viento escribe
en el muro tu nombre.

Ahora todo es pequeño y blanco
en el huerto de los abuelos.
Pero muy pronto
nos anegará la primavera.

¡Qué algarabía más triste
de la naturaleza!

Autor: Javier Solé

Ilustración: Van Gogh, “Melocotonero en flor”(1888)

La llegada de la primavera traerá la floración de los árboles que poblaban las huertas de los alrededores de Arles, interesándose Vincent por este fenómeno de la naturaleza en una excelente serie de lienzos protagonizados por uno o diferentes árboles. Este melocotonero que contemplamos está captado a plena luz solar, resaltando las tonalidades malvas de sus flores, recortadas sobre un bello cielo azul que contrasta con los tonos verdosos del suelo, siguiendo la teoría de los colores complementarios ya iniciada por Delacroix.

La pintura de extraordinaria belleza y atractivo “Melocotonero en flor” fue pintada por Van Gogh en 1888. Fue este año que el artista se mudó al sur de Francia, a Arles, y comenzó un nuevo y más fructífero período de su trabajo.

El lienzo simboliza el despertar de la naturaleza, anuncia la próxima primavera y el calor. Además, como el propio Van Gogh admitió, este árbol simboliza simultáneamente su cultura asiática favorita, Japón. El artista pone todas sus alegres esperanzas, expectativas de un futuro alegre y una actitud positiva en la imagen de un durazno floreciente. En el fondo del lienzo, se ve una cerca alta claramente dibujada de color marrón-rojo. Debe proteger el melocotón del viento frío que sopla del mar.

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