viento

2 Abril 2020


Después recorro a media tarde las veredas, dejando atrás
los árboles que ensayan, dúctiles bajo el viento,
la coreografía de un drama familiar.
Pienso en la gente que a esa hora muere
aniquilada por una enfermedad, adormecida
por el beso transparente de la muerte.
¿Y dónde queda el alma, cuando el cuerpo no es más
que una cosa olvidada? ¿Queda algo de ella
cuando pasa entre las ramas el fuego azul del viento
llevando nidos y derrumbando casas?
Me fumo un cigarrillo, ahora que puedo.
Cualquiera diría que ya no tengo prisa.
Y es cierto, no la tengo.
Acabo de comprender,
en este instante, que es él, el viento, el que la tiene.
Que es él lo que nos pasa,
el tiempo.

Autor: Xavier Rodríguez Ruera

Ilustración: Gerhard Richter, “Freitag”