sueño (Joan Brull, 1905)

30 Novembre 2016

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Las flores del mal de Baudelaire fue el origen. Y la poesía maldita de Rimbaud, Mallarmé o Verlaine. El Simbolismo surgió en las postrimerías del siglo XIX como reacción al realismo descarnado. En oposición al naturalismo, los simbolistas defendían un retorno a la mística y la espiritualidad, a un mundo oculto, un universo onírico.

Los simbolistas consideran que la obra de arte equivale a una emoción provocada por la experiencia. Tratan de exteriorizar una idea, de analizar el yo. Les interesa la capacidad de sugerir, de establecer correspondencias entre los objetos y las sensaciones, el misterio, el ocultismo. Sienten la necesidad de expresar una realidad distinta a lo tangible y tienden hacia la espiritualidad. El símbolo se convierte en su instrumento de comunicación decantándose por figuras que trascienden lo material y son signos de mundos ideales y raros. Hay una inclinación hacia lo sobrenatural, lo que no se ve, hacia el mundo de las sombras. Los pintores plasmaron una estética heredera del Romanticismo, el clasicismo renacentista o el Impresionismo.

Cultivarán el subjetivismo, el antirracionalismo y aflorará el interés por el cristianismo y las tradiciones diversas. Estudian la ambigüedad, la belleza hermafrodita, lo andrógino, la mujer fatal que destroza cuando ama, lo femenino devorador. La mujer brota del mundo del inconsciente y para huir de la realidad adopta forma de esfinge, de sirena, de araña o de genio alado. Los seres que aparecen en ese mundo de sueño serán incorpóreos.

Aunque Francia fue el principal foco simbolista, en Cataluña también tuvo a uno de sus mayores representantes: Joan Brull (1863-1912). Pintor español nacido en Barcelona. En sus inicios empezó con un estilo costumbrista, realista y academicista, que evolucionó hacia el modernismo y, tras el viaje a París, hacia el Simbolismo.

Todo el inmenso lienzo de Sueño cautiva al espectador con un magnetismo que proviene de la atmósfera de una niebla que no acaba de disiparse. Esta obra es de una exquisitez formal absoluta; una figura femenina misteriosa, captada de espaldas y con el sensual cuello descubierto. Una mirada perdida en las tres gracias representadas al fondo de la laguna y una luna tenue oculta entre las hojas del sauce. Hay crepúsculos donde la vigilia es puro ensueño.

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Bosques fantasmagóricos, cielos crepusculares, paisajes nebulosos, ninfas y personajes mitológicos, desnudos sensuales, lunas veladas, aguas encantadas… En los lienzos de Brull late una atmósfera onírica en la que se entremezclan las alegorías del Simbolismo. Como sucede en “Paisaje nocturno con dos jóvenes”.

joan-brull-haciendo-calceta-1891Antes de desarrollar un simbolismo que es ya el prólogo del surrealismo, Brull dedicó buena parte de su talento a plasmar el realismo en un sinfín de retratos, la mayoría mendigos y niños de la Barcelona de finales de siglo.

Por ejemplo, en “Haciendo calceta” (1891) capta a esta niña trabajadora ensimismada en su tarea con una ternura inmensa pese a permanecer su vista oculta. Esta fragilidad en la descripción de niñas bien pudiera ser reflejo de la tragedia de perder a su hija pequeña.


escaleras

29 Novembre 2016

Pasillo
Qué pronto has cruzado la vida de los otros
y te has instalado en la noche,
que te pertenece de manera inapelable.
Después de tomar café
en las escaleras de tu casa
encuentras a un hombre llorando.
Te mira entre lágrimas
y te da los buenos días
o las buenas noches
qué más da,
él siempre está a todas horas
en esa escalera,
siempre
y llora inconsolable.

Autor: Tomás Rivero

Fuente original:

http://foliosgrapados.blogspot.com.es/2016/04/escaleras.html


en construcció

28 Novembre 2016

Oleg Sheludyakov - 07
Ni puta
ni bruixa
ni monja
ni mare
dona sóc
senzillament
dona
i també puta
i bruixa
i monja
i mare
totes
em fan
dona
casualment
dona
possiblement
dona
arquitectònicament
dona

Autor: Begonya Pozo

Ilustración de Oleg Sheludyakov

EN CONSTRUCCIÓN

Ni puta
ni bruja
ni monja
ni madre
mujer soy
simplemente
mujer
y también puta
y bruja
y monja
y madre
todas
me hacen
mujer
casualmente
mujer
posiblemente
mujer
arquitectónicamente
mujer


alud

27 Novembre 2016

Yuri Shwedoff - 01
Un hombre
buscando
su espacio
dentro de un alud.

Una luz
buscando
su espacio
dentro de un hombre.

Autor: Jesús María Cormán

Fuente original: http://jmcorman.blogspot.com.es/2008/11/alud.html

Ilustración de Yuri Shwedoff


vestir a mi madre

26 Novembre 2016

montserrat-gudiol-06
Un día sucede, sin aviso,
que te agachas definitivamente,
a ras de suelo,
que tocas sus pies, los descalzas,
que comienzas a mirarla desde abajo,
sin verle los ojos,
comienzas a vestirla y ella se deja
apoyando sus manos en tus hombros.
Y no sucede nada más
y sin embargo tú percibes su derrota
y comienzas a amarla de otro modo,
vencida tú también, ambas vencidas
y el tiempo comienza la cuenta atrás.

Autor: Begoña Abad

Ilustración de Montserrat Gudiol


doodkist

25 Novembre 2016


No temo
en el fondo
el lugar
adonde
irán
a parar
mis huesos
me asusta
más saber
qué
harán
con toda
esta
imaginación

Autor: Andrea Abreu López

Fuente original:

http://andreaabreulopez.blogspot.com.es/2016/09/tekst-palabras-iii.html


heredarás los peluches de tu hija muerta

24 Novembre 2016

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Heredarás los peluches de tu hija muerta
y no tendrás entonces
lágrimas
con las que consolar
a unos muñecos tristes
que envejecen,
náufragos de besos y caricias,
con el miedo a ser
dados en adopción,
o enterrados vivos
en el trastero de una casa
habitada por el silencio.

Autor: Javier Solé

Del libro de poemas “La casa del silencio” (ISBN 978-84-9095-522-2)


incandescencia

23 Novembre 2016

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Te vas a quemar, me avisan…
Imposible,
yo ya me quemé,
esto que ves son mis cenizas
que permanecen, eso sí, incandescentes.

Autor: Begoña Abad

Ilustración: Hans Ole Brasen, “Morning Greetings” (1930)


junto a la puerta

22 Novembre 2016

andrea kiss - 05
La casa está vacía
y el aroma de una rencorosa esperanza
perfuma cada rincón
Quién nos dijo
mientras nos desperezábamos al mundo
que alguna vez hallaríamos
cobijo en este desierto.
Quién nos hizo creer, confiar,
—peor: esperar —,
que tras la puerta, bajo la taza,
en aquel cajón, tras la palabra,
en aquella piel,
nuestra herida sería curada.
Quién escarbó en nuestros corazones
y más tarde no supo qué plantar
y nos dejó este hoyo sin semilla
donde no cabe más que la esperanza.
Quién se acercó después
y nos dijo bajito,
en un instante de avaricia,
que no había rincón donde esperar.
Quién fue tan impiadoso, quién,
que nos abrió este reino sin tazas,
sin puertas ni horas mansas,
sin treguas, sin palabras con que fraguar el mundo.
Está bien, no lloremos más,
la tarde aún cae despacio.
Demos el último paseo
de esta desdichada esperanza.

Autor: Guadalupe Grande

Fotografía Andrea Kiss


nubes

21 Novembre 2016

silvestro-lega-la-nonna-1865
La alegría más alta
siempre esconde una sombra
invisible,
agazapada, de tristeza.
Igual que la melancolía
atraviesa la risa
de esta mujer que juega
con su nieto.

Autor: Ángeles Mora

Ilustración: Silvestro Lega, “la nonna” (1865)