aguas oscuras (Todd Haynes, 2019)

1 Abril 2023

Sinopsis: Inspirada en una impactante historia real. Un tenaz abogado (Mark Ruffalo) descubre el oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes y enfermedades con una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga su futuro, su trabajo y hasta su propia familia para sacar a la luz la verdad.

En la línea de “Erin Brokovich” o “Acción Civil”, es este tipo de films que sacan a relucir lo peor de estas mega industrias corporativas químicas que solo buscan los máximos beneficios sin reparar en daños medioambientales, de seres vivos o personas.

La lucha de David contra Goliat esta representada por el abogado Rober Bilott que casualmente recibe la vista de un vecino del pueblo de su abuela, diciéndole que más de 190 vacas de su granja han muerto y que algo está ocurriendo entre los habitantes de la zona por culpa de unos vertidos de una gran empresa de la marca DuPont. Después de visitar el lugar comienza a obsesionarse para descubrir la verdad.

Aguas oscuras es un efectivo thriller dramático que se inspira en unos terribles hechos reales acaecidos hace pocos años. Partiendo de los efectos mortales que había producido en los animales de una granja de Parkesburg (Virginia Occidental), el abogado Rob Bilott destapó el peligro del politetrafluoroetileno, conocido comúnmente como teflón. Se convierte en un film de terror cotidiano, cuando descubrimos que esa sustancia tóxica y altamente cancerígena, se encuentra en innumerables productos con los que lidiamos cada día como nuestros utensilios de cocina.

Es increíble comprobar la poca trascendencia en la opinión pública y en los medios de comunicación que tuvo un caso que afecta directamente a la salud pública mundial y a nuestra vida cotidiana. Sin duda, los importantes intereses económicos que ostentan las empresas fabricantes, prevalecen sobre los ciudadanos” (Daniel Farriol).

Más información en:

https://www.espinof.com/criticas/aguas-oscuras-mark-ruffalo-lidera-apasionante-drama-legal-que-evita-peores-cliches-subgenero

https://cinemagavia.es/aguas-oscuras-pelicula-critica/


sin novedad en el frente (Edward Berger, 2022)

1 Març 2023

Sinopsis: Relato de las terribles experiencias y la angustia de un joven soldado alemán en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial.

Sin Novedad en el Frente” comienza con un plano general del bosque y las montañas, todo enmarcado por una quietud sombría, de pronto y sin esperarlo, al fondo, más allá de la cordillera, estalla una tormenta llena de relámpagos atronadores iluminando el cielo ennegrecido. Más tarde entenderemos algo: no es una tormenta ni son truenos ni relámpagos… es la guerra.

Con guion de Lesley Peterson e Ian Stokell y la dirección de Edward Berger llega a nosotros la tercera adaptación de la novela antibélica de Erich María Remarque: “Sin Novedad en el Frente”. Aquí se nos narra la historia de Paul Bäumer, un joven de 18 años que, junto a sus amigos, motivados por sus profesores, deciden enlistarse en el ejército para ir a pelear al frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. Al llegar a las trincheras deberán enfrentarse a la realidad del conflicto bélico para dejar atrás sus fantasías sobre la guerra. Al mismo tiempo, y de forma paralela, seguimos al político alemán Matthias Erzberger quien busca llegar a un acuerdo con las potencias aliadas para terminar todo el conflicto y así evitar el derramamiento de sangre.

Rodada en la República Checa,  All Quiet  es tremendamente realista: secuencias de batallas impresionantemente escenificadas se suceden con los sonidos del conflicto en un bombardeo cinematográfico. Con la lucha brutal en curso en Ucrania por el territorio, Berger trae a casa el mensaje de todas las películas de guerra de la manera más sencilla y directa: el costo en vidas humanas, sí, pero también en nuestra humanidad colectiva.

Esta es la tercera adaptación cinematográfica de la famosa novela de Erich Maria Remarque, una diatriba tan poderosa en su evocación de las realidades de la guerra y tan determinada en su pacifismo que fue uno de los muchos libros que los nazis quemaron sistemáticamente. La primera adaptación cinematográfica llegó en 1930, apenas un año después de su publicación, ganando Mejor Película en la tercera edición de los Premios de la Academia; luego se convirtió en una película para televisión con Ernest Borgnine a fines de la década de 1970. Ahora, con el libro como un elemento básico entre los escolares de todo el mundo, tiene otro giro. Este es un libro tan seminal, al parecer, que cada generación tiene un giro cinematográfico.

Esta nueva versión del director Edward Berger (quizás mejor conocido en el Reino Unido por dirigir a Patrick Melrose ) podría ser la toma más floja hasta el momento: aquí, Paul Bäumer no regresa brevemente a casa, hastiado y desilusionado, como lo hace en la novela, pero la historia no pierde nada de su poder o su ira por ello. Un furioso prólogo comienza no desde la perspectiva de Paul, sino de otro impresionable joven recluta alemán, que rápidamente se encuentra en el lado equivocado de una bala francesa. Luego, con una notable perspectiva macro, la cámara de Berger sigue el viaje de su uniforme, mientras se limpia de barro y sangre, se vuelve a tapizar y se recicla, para enviarlo nuevamente al cumplimiento del deber. La vasta maquinaria de la guerra total rara vez ha sido descrita de manera tan visceral o tan fría como esta.

Ese uniforme finalmente termina en manos de Bäumer (Felix Kammerer, enormemente impactante incluso cuando está cubierto de barro), quien se inspira ingenuamente en un discurso inquietantemente nacionalista para unirse al esfuerzo militar. Él y un grupo de amigos adolescentes se inscriben emocionados; 18 meses después, todos están cansados ​​de la guerra o muertos. La ruta del viaje de este soldado será relativamente familiar para cualquiera que haya visto una película de guerra antes (especialmente si es una de las dos adaptaciones anteriores de este libro), pero la ejecución es enormemente impresionante.

Estos soldados son enviados a la cima sin cesar, casi repetidamente, dejándonos con nada más que una sensación de inutilidad. La dirección de Berger sigue siendo dura en todo momento. La guerra de trincheras se describe como nada más que un fracaso de generales irreflexivos y ególatras; si el hambre no los mata, lo harán sus órdenes de exagerar. Todo está increíblemente filmado, con valores de producción que rivalizan con los de 1917 de Sam Mendes; a veces, casi se adentra en el territorio del horror, ayudado en gran parte por los sintetizadores anacrónicos y en auge de la partitura de Volker Bertelmann. Toda la experiencia está llena de fatalidad e impotencia. Más que nada, esta es una película de guerra que se mete debajo de la piel y hasta los huesos. (Fuente original: https://www.empireonline.com/movies/reviews/all-quiet-on-the-western-front/)

Más información en:

https://laestatuilla.com/criticas/critica-de-sin-novedad-en-el-frente-edward-berger/

https://noescinetodoloquereluce.com/2022/11/critica-sin-novedad-en-el-frente-pelicula-netflix.html

https://cinemagavia.es/sin-novedad-en-el-frente-pelicula-critica-estreno-netflix/


cinco lobitos (Alauda Ruiz de Azúa. 2022)

1 febrer 2023

Sinopsis: Amaia acaba de ser madre y se da cuenta de que no sabe muy bien cómo serlo. Al ausentarse su pareja por trabajo unas semanas, decide volver a casa de sus padres, en un pueblo costero del País Vasco, y así compartir la responsabilidad de cuidar a su bebé. Lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora sea madre, no dejará de ser hija.

Cinco lobitos es una ópera prima absolutamente prodigiosa. Así de claro y sencillo. El debut tras las cámaras de la vasca Alauda Ruiz de Azúa sorprenderá a propios y extraños, incluso a aquellos que a priori no se sientan demasiado identificados o atraídos por los temas que trata. Y es que estamos frente a un filme que desborda autenticidad y sensibilidad por los cuatro costados. Ahora que está tan de moda en el cine español aquello de buscar la verdad subvirtiendo los límites de los géneros ficción/documental incluyendo actores no profesionales para ofrecer esa frescura cotidiana, esta película demuestra que pueden alcanzarse los mismos objetivos con un método más tradicional y cinematográfico, con actores de verdad que nos hacen olvidar que lo son. En Cinco lobitos es imposible resistirse ni evocar en la mente nuestras propias vivencias mientras contemplamos esta preciosidad de tono naturalista que penetra en nuestra intimidad como pocas películas logran hacerlo.

La trama es de aparente simpleza, de aquellas que parecen no contar nada extraordinario. Es la historia de una familia cualquiera, tan reconocible y común como la de cualquiera de nosotros. Amaia es una joven que acaba de dar a luz a su primer hijo, un hecho que la lleva a enfrentarse a una serie de responsabilidades inesperadas que trastocan la vida en pareja que tiene con Javi. Ambos son padres primerizos, inexpertos y están asustados. Nadie les advirtió de lo complicado que es criar a un hijo, compaginarlo con el trabajo y con el día a día que llevaban hasta entonces.

Cinco lobitos parte de un guion quirúrgico en el que se construyen cuatro personajes maravillosos que nos resultan reconocibles en sus dudas, imperfecciones y necesidades vitales. Es muy fácil empatizar con cada uno de ellos tanto por sus virtudes como por sus defectos, en los que también nos sentiremos reflejados, ya que en definitiva todos tienen algo de nosotros o de la gente que nos rodea. Ruiz de Azúa extrae unas interpretaciones asombrosas de los cuatro intérpretes principales: Laia Costa nunca ha estado mejor, ya dije en Málaga que merecía la Biznaga de Oro y se la dieron, pero que le den también el Goya, el Oscar o cualquier otro premio que se precie, está simplemente perfecta; Susi Sánchez, es una actriz majestuosa que aquí vuelve a demostrarlo, la química con su hija en la ficción es absoluta; Ramón Barea, es otro de los grandes de nuestro cine, creo que no siempre ha sido reconocido como se merece, su grandeza aquí radica en saber mantenerse en un segundo término cuando toca darle protagonismo a las mujeres, pero sin descuidar la importancia de los pequeños detalles que le definen; y, finalmente tenemos a Mikel Bustamante que es quién tiene el personaje menos agradecido de los cuatro, pero que no desentona en ningún momento ante el torrente de talento de esas tres bestias pardas.

El filme reflexiona sobre la maternidad y sobre el constante cambio de roles entre los miembros de la unidad familiar. La joven madre que cuida a su bebé puede, a su vez, necesitar siendo adulta el ser cuidada por su propia madre que, con el paso del tiempo, las enfermedades o la senectud, necesitará de los cuidados de esa hija. Es un juego de espejos convexos que deforma cuál es la figura maternal real, pero sin dejar de posicionarla en el centro del relato-imagen, desenfocándose todos los sentimientos superfluos en unos márgenes indistinguibles. Ruiz de Azúa retrata la maternidad sin idealizarla, no hay que ser perfecta para ser una buena madre” (Daniel Farriol)

Cinco lobitos es un retrato muy íntimo sobre la maternidad y la crianza de los hijos, pero también de lo que significa convertirse en madre mostrando a lo que se renuncia y lo que se gana con una atención especial a la supuesta conciliación.

Porque no todo es bonito y también tenemos un punto muy importante de crítica, mostrando que el cuidado de los hijos y también de los padres termina cayendo tantas veces en las mujeres (madres e hijas) como una responsabilidad demasiado asumida y naturalizada. Y todo esto a costa de la pérdida de la salud y a tener que renunciar a una vida profesional para poderse hacer cargo de las labores de cuidados y crianza” (Mariló Delgado)

Más información en:

https://losinterrogantes.com/cine/criticas/pelicula-cinco-lobitos-2022

https://www.elantepenultimomohicano.com/2022/02/critica-cinco-lobitos.html

https://www.elespectadorimaginario.com/cinco-lobitos/


todo ha ido bien (François Ozon, 2021)

1 gener 2023

Sinopsis: Emmanuèle, una novelista con una vida privada y profesional plena, se precipita al hospital al enterarse de que su padre, André, acaba de tener un accidente cerebrovascular. Cuando se despierta, debilitado y dependiente, este hombre, curioso por naturaleza y amante apasionado de la vida, le pide a su hija que le ayude.

El anciano André sufre un infarto cerebral y es ingresado en el hospital. Está fuera de peligro, pero su recuperación promete ser lenta, y le acompaña una parálisis, necesita ayuda para las actividades más elementales. Sus dos hijas, Emmanuèle y Pascal, especialmente la primera, una escritora que no tiene hijos, le atienden con esmero, le quieren aunque no haya sido buen padre. La madre, Claude, escultora, padece depresiones y su cabeza no rige del todo bien, además de que tuvo que encajar la homosexualidad de él. La sorpresa llega cuando André le pide a Manu que le ayude a morir. Es duro golpe para ella, que le produce de entrada rechazo, pero acabará plegándose a sus deseos, investigando cómo podría recurrir a la eutanasia, ilegal en Francia. La respuesta pasa por acudir a los servicios de una clínica suiza.

“Es de agradecer que una película tan encarrilada a lo dramático, no se despeñe entre mucosidades y lloriqueos; es contenida y eficaz en su pretensión de hacer pasar por lógica y deseable la eutanasia” (Oti Rodríguez)

Todo ha ido bien es una historia sobre el conflicto moral que supone aplicar eutanasia a cualquier persona. Emmanuèle es un novelista cuya vida se ve interrumpida al enterarse de que su padre ha sufrido un ictus que le ha hecho ser una persona dependiente. Un hombre aventurero se ve frenado por un problema de salud que le lleva a plantearse el sentido de la vida, a la vez que comprende el destino que le depara.

Todo ha ido bien emplea la comedia negra para acercarnos a un tema delicado sobre el que deberían sentarse unas bases judiciales. La muerte asistida es tratada con gran naturalidad en la obra y se penaliza con la ironía, lo ridículo que es querer morir y no poder hacerlo, ya que genera situaciones absurdas.


vortex (Gaspar Noe, 2021)

1 Desembre 2022

Sinopsis: La historia sigue a una pareja de ancianos. Él tiene problemas de corazón y ella padece Alzheimer. Una mirada cercana a la realidad de este matrimonio que trata de lidiar con sus enfermedades y el paso del tiempo.

Aunque Gaspar Noé recurre a medios más ortodoxos que de costumbre, Vortex resulta tan demoledora y liberadora como cualquier otra de sus películas. Sus similitudes evidentes al Amour de Haneke funcionan más como homenaje que como copia. Es sincera, personal e inesperadamente bonita.

 “«Vortex» arranca con una escena idílica. En una terraza en los tejados de París, una pareja de ancianos se prepara para tomar un aperitivo. Antes de brindar, ella le pregunta si la vida es un sueño. Él responde: un sueño dentro de un sueño. Y la cámara, errabunda, viaja hasta enfocar un muro donde aparecen los créditos de los actores y del director con su año de nacimiento. «Vortex» es la historia de ese muro, esa sábana que nos cubre, que no solo nos hará conscientes de nuestra finitud sino también de que lo que vemos es, tal vez, un paréntesis onírico en la auténtica pesadilla de la vida cuando perdemos la cabeza y la muerte nos ronda. Muy pronto ese muro empezará a dibujarse en medio de la pantalla para separar al matrimonio protagonista. Nunca la pantalla partida había significado tanto: condenados a compartir imagen, ella y él siempre están en universos distintos. Un mismo apartamento se disocia en vectores que se divorcian, de modo que el plano y el contraplano de una relación se convierte en una imagen en permanente conflicto consigo misma, dos neuronas incapaces de entrar en sinapsis. El espacio es esquizofrénico, siempre igual y siempre diferente, en la medida en que las dos células de la imagen se dan la espalda, se buscan sin encontrarse, y cuando coinciden, se desencuadran, se doblan, vuelven a bifurcarse, encerrando a cada personaje en sus derivas enfermas –ella, el Alzheimer; él, sus neurosis obsesivas–, prisioneros que han tirado la llave de la celda que habitan” (Sergio Sánchez)

“Las películas de Gaspar Noé siempre parecen estar concebidas para poner a prueba al espectador, para incomodarlo, para llevarlo hasta el extremo y revolverle las tripas, para enseñarle lo que no quiere ver. No son experiencias agradables, pero son al menos experiencias en su sentido más amplio, tanto cinematográficas como físicas y mentales. Su última obra puede que sea la más humana y sensible de toda su carrera, lo que no quiere decir que también sea visceral y aterradora, ya que gira alrededor de la enfermedad y la vejez y, en consecuencia, de la muerte. Su cámara seguirá a dos ancianos en un apartamento parisino atestado de libros, de memoria y recuerdos. Cada uno ocupa una parte de la pantalla, que se divide para centrarse de forma individual en los personajes que interpretan Dario Argento y Françoise Lebrun que, de alguna manera, con su sola presencia adquieren un simbolismo crepuscular sobre el final de una época, la de los supervivientes del giallo y la Nouvelle Vague. Quizás por esa razón, Vortex sea también un experimento a medio camino entre el cine de terror (en su vertiente existencial) y la experimentación formal y conceptual. Y, sobre todo, una carta de amor al cine, tal y como se dice en un momento, a las películas como sueños.

El director se muestra más inspirado que nunca a la hora de conjugar narración e imagen. Vortex está repleta de ideas brillantes, es una película viva a pesar de hablar de la muerte, porque en ella hay un espíritu de búsqueda, de encontrar nuevos caminos expresivos a través de las herramientas cinematográficas y la puesta en escena” (Beatriz Martínez)

Más información en:

https://purocineyalgomas.com/vortex-un-filme-que-aborda-el-inevitable-destino-de-todo-ser-humano/

https://noescinetodoloquereluce.com/2022/07/critica-vortex-pelicula.html

https://cinefilosfrustrados.com/vortex-2021-critica-gaspar-noe-filmin/

 


ven y mira (Elem Klimov, 1985)

1 Octubre 2022

Sinopsis: Película de encargo para celebrar el 40 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Relata, a través de los ojos de un niño progresivamente endurecido por el sufrimiento, la matanza sistemática de los habitantes de las aldeas bielorrusas, más de 600, durante la guerra.

Ven y mira es más un viaje a las tinieblas en su concepción de Joseph Conrad. El horror que clama el personaje al final de Apocalipse Now (1979), la imagen de una visión demasiado ignominiosa como para ser mostrada, el trauma puro, eso mostraría la película de Elem Klimov. No se presta atención a la precisión histórica sino al impacto psicológico de la guerra en un individuo.

La película se realizó en la Unión Soviética para conmemorar la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, pero Ven y mira no tiene una gota de propaganda triunfalista

“Toda la crudeza de la invasión nazi en clave evolutiva. La adolescencia de Florya es el hilo conductor que nos devela una realidad disímil a lo que el género suele mostrar. Lo bélico ya no en términos de combate épico, sino como apelación al sufrimiento humano, padecimiento de quien se encuentra en medio del combate y debe apelar a la improvisación sin resultado. Miseria del Tercer Reich puesta de manifiesto en violentos actos de cobardía.

Es la historia de un adolescente que quiere ir a la guerra y lo consigue; nos impone su realidad a partir de un rostro en primeros planos desgarradores que combinan tristeza, estupor, angustia y locura. Un tránsito acelerado, con mecanismos psicológicos que se ven sobrepasados por el límite que impone la lógica de los hechos. Suerte de inercia inicial, que de actitud condescendiente se transforma en acceso directo a la crueldad. Explosiones por doquier dan cuenta de la fragilidad humana en contexto bélico.

Florya es un adolescente que va a la guerra y descubre que no es un juego: los nazis masacran a su gente. A partir de allí, se inicia una peripecia que lo tendrá poco como protagonista y mucho como observador en riesgo. Es la postura típica del novato aprendiz, la vida apela a su momento, lo lúdico se transforma en tragedia, pasaje del juego al acto en un abrir y cerrar de ojos. Desarrollo traumático que se aferra a una inmadurez acorde a edad y contexto familiar. La cámara sigue a nuestro protagonista en extensos travellings, a la vez que en primeros planos nos revela todo lo trágico de su experiencia. (Álvaro Gonda Romano, en http://www.elespectadorimaginario.com/ven-y-mira/)

Ven y mira está basada en la Masacre de Khatyn, un penoso episodio algo olvidado en el que toda una aldea entera fue asesinada y, según los créditos de la película, hasta 628 aldeas fueron destruidas de manera similar, incendiados con sus habitantes dentro, durante la invasión alemana de Bielorrusia, alrededor de 1943. Aunque el film de Elem Klimov no es la recreación literal de este horrible evento histórico en particular sino que le da un uso de excusa para exponer la sinrazón frustrante de la guerra.

Además, hay una serie de imágenes fantasmagóricas que la apartan de lo meramente figurativo. Paracaidistas alemanes borrosos y desenfocados como gotas de lluvia lejanas que flotan suavemente en el cielo, que van en sintonía con el tratamiento de los invasores en todo el film.

Las imágenes de impacto de los horrores sobre el estado psicológico del niño se reflejan en su cara traumatizada hasta que llega a un estado zombie superado por todas las brutalidades que han sobrevenido, alcanzando un punto irreal e irracional que conecta con la forma en la que escritores como Lovecraft tratan la respuesta humana ante lo imposible, en definitiva, ante el horror incomprensible, llegando el culmen en la escena de la masacre final, rodada de forma realista, pero también con la exageración dramática de algunos detalles escalofriantes” (Jorge Loser, en https://www.espinof.com/criticas/masacre-ven-mira-obra-maestra-cine-belico-perturbadora-que-cualquier-pelicula-terror)


la tragedia de Macbeth (Joel Coen, 2021)

1 Setembre 2022

Sinopsis: La historia nos cuenta la desventura y tragedia de Macbeth, un Lord escocés que, convencido por tres brujas y animado por su ambiciosa esposa, se propone convertirse en el próximo Rey de Escocia entre asesinatos, locura, codicia e intrigas. Adaptación de “Macbeth”, de William Shakespeare.

“El plano de apertura de ‘La tragedia de Macbeth’ define a la perfección la atmósfera y el estado emocional por los que transcurren sus precisos y ajustados 105 minutos de duración. Una densa niebla inunda la pantalla únicamente alterada por el vuelo de un cuervo durante unos instantes en los que es casi imposible discernir si la cámara apunta al cielo o si, como se revela en el último momento, dirige su mirada hacia el suelo.

Este breve pasaje, casi una declaración de intenciones, más allá de su aparente sencillez conceptual y su exquisita factura, sumerge al espectador en el peculiar universo pesadillesco, desconcertante y lúgubre en el que transcurre la película y que intoxica la mente de sus protagonistas; aproximando más que nunca la obra de Shakespeare a un género de terror que apela directamente a los clásicos del expresionismo alemán.

Bebiendo de fuentes como Murnau, Dreyer o Lang y respetando los versos publicados en 1623, Joel Coen equilibra épica y contención, contrasta la gran escala con el mimo por el detalle y acierta al hacer coexistir el espectáculo digno de la sala de cine mejor equipada que podamos imaginar con una narrativa impoluta y sorprendentemente ágil, elevada al máximo exponente por las sobrecogedoras actuaciones de Frances McDormand y, sobre todo, de un Denzel Washington descomunal.

…ha unido lo mejor del séptimo arte y el teatro, fotografiando ‘La tragedia de Macbeth’ en color para, después, convertir el material a blanco y negro en postproducción; ganando margen para manipular las curvas de color y conseguir un look monocromo cautivador.

Esta técnica, sumada al gran rango dinámico de los sensores digitales, ha permitido proyectar unas escalas de grises tremendamente ricas y repletas de matices, traducidas en escenas que viran de los claroscuros más duros y contrastados heredados de la iluminación teatral, a la difusión neblinosa de los exteriores escoceses; siempre sin perder un ápice de la voluntad escénica del conjunto” (Víctor López)

“Lo hace, paradójicamente, desde una sobriedad y mesura a las que solo un director experimentado como Joel Coen estaría dispuesto a someterse. Sus apabullantes planos picados y cenitales se acercan más a El proceso (1962) de Orson Welles que a su barroco Macbeth (1948). Tampoco hay ni rastro de la belicosidad de Justin Kurzel (2015) ni de la personalísima y no menos grotesca adaptación firmada por Roman Polanski (1971). Trono de sangre (Akira Kurosawa, 1957), a pesar de mostrarse más preocupada por el honor típicamente nipón que por la magia negra, es el único Macbeth capaz de hacer sombra al de Coen” (Carlos Cruz)

Más allá del portento visual que despliega, ‘The Tragedy of Macbeth’ se sustenta en otro importantísimo elemento: su elenco. Una película tan arraigada en la teatralidad de su propuesta no podría sobrevivir sin unas interpretaciones a la altura, y eso es lo que entregan, principalmente, Denzel Washington y Frances McDormand. Los Macbeth brillan al encontrar la línea que separa el histrionismo de lo teatral y las sutilezas de lo cinematográfico, se abrigan en la debacle de sus personajes y los llenan de vida y miserias. Eso sí, la roba-escenas aquí se llama Kathryn Hunt, que interpreta al trío de brujas que encienden la llama de la historia, y a las que ofrece contorsiones físicas, expresiones perturbadoras y una voz sacada de la ultratumba. Ni en sus peores pesadillas había tenido nunca Lord Macbeth un encuentro tan aterrador. Aunque tienen menos tiempo en pantalla para demostrarlo, Harry MellingBrendan Gleeson y Corey Hawkins también brillan en sus respectivos papeles.

Desde luego, a pesar de sus muchas virtudes, es probable que ‘The Tragedy of Macbeth’ no vaya a ser la película más popular entre el público: es una historia anclada a las palabras del pasado y contada con una radicalidad visual que muchos espectadores casuales encontrarán algo tediosa e impenetrable. Y más aún si se pierde la experiencia de la gran pantalla” (Mireia Mullor)

Más información en:

https://cinemagavia.es/la-tragedia-de-macbeth-pelicula-critica/


el buen patrón (Fernando León de Aranoa, 2021)

1 Agost 2022

Sinopsis: Julio Blanco, el carismático propietario de una empresa que fabrica balanzas industriales en una ciudad española de provincias, espera la inminente visita de una comisión que decidirá la obtención de un premio local a la excelencia empresarial. Todo tiene que estar perfecto para la visita. Sin embargo, todo parece conspirar contra él. Trabajando a contrarreloj, Blanco intenta resolver los problemas de sus empleados, cruzando para ello todas las líneas imaginables, y dando lugar a una inesperada y explosiva sucesión de acontecimientos de imprevisibles consecuencias.

El Buen Patrón supone casi un reverso cómico (no por ello menos tenebroso; quizás, incluso más) de ‘Los lunes al sol’ (también del tándem Fernando León de Aranoa + Javier Bardem), y el guión pone toda su artillería al servicio del humor, de la ácida crítica social y, como decimos, de un Bardem que de nuevo demuestra por qué, a estas alturas, podemos ya considerarle como uno de los mejores actores de la historia de nuestro cine.

Estamos ante una inteligente comedia negra en la que el director entremezcla magistralmente varias historias que giran alrededor del patrón de la empresa – interpretado de manera soberbia por un Bardem excelso– y en las que tiene cabida la precariedad laboral, el poder, la ambición, la falta de escrúpulos, las falsas apariencias y, sobre todo, la manipulación.

“El buen patrón sigue durante una semana a Blanco, empresario en el sector de las balanzas industriales que quiere preparar su fábrica para una inspección en la que se juega un premio a la excelencia empresarial. Los problemas se le acumulan precisamente en los días en que todo debe estar perfecto, por lo que echa mano de contactos, malas prácticas y triquiñuelas varias para intentar tapar cualquier mancha sobre lo que él considera una gestión impecable.

(…)

Es, por supuesto, una comedia panfletaria, pero desde una amargura y una maldad que hacen que no se atraganten los momentos más sindicalistas. De hecho, el guión es de manual, perfectamente equilibrado y simétrico, como le habría gustado a su protagonista, y con una retranca que no se abandona en ningún momento. Como retrato de los vicios del empresariado de provincias y de cierta corrupción de baja intensidad que sigue vigente, funciona a la perfección.

Los tejemanejes de Blanco van desde el paternalismo irritante e hipócrita en el día a día hasta la corrupción o el soborno más o menos directos. Con el personaje de Javier Bardem como guía se acaba llevando palos todo el mundo: los medios de comunicación -y encima la aceptación de la corruptela ni se muestra, se da por supuesta-, el poder político, la inspección de trabajo, los jefes intermedios y hasta los sindicatos por omisión. Más que pesimismo antropológico, es una especie de resignación disfrutona” (José A. Cano)

Más información en:

https://www.micropsiacine.com/2022/04/estrenos-critica-de-el-buen-patron-de-fernando-leon-de-aranoa/

https://cineconn.es/critica-de-el-buen-patron-fernando-leon-de-aranoa/

https://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20220213/deconstruyendo-buen-patron-cliches-antiliberales-gran-pelicula/649805018_12.html


yo nunca lloro (Piotr Domalewski, 2020)

1 Juliol 2022

Sinopsis: Ola debe viajar a Irlanda para trasladar a Polonia el cuerpo de su padre, muerto en un accidente en la construcción. Lejos de interesarse por él, Ola quiere saber si su padre ahorró el dinero necesario para el coche que le había prometido. Mientras se las apaña para lidiar con la burocracia extranjera utilizando su picardía, comienza a conocer a su padre.

Piotr Domalewski nos cuenta la historia de Olia, una joven de 17 años que quiere sacarse el carnet de conducir y poder circular libremente con el coche que su padre le ha prometido que se lo regalará cuando tenga el carnet de conducir.

El film arranca cuando Olia suspende por tercera vez. Tiene una vida muy difícil a nivel económico, vive con su madre y su hermano discapacitado. Su padre emigró cuando Olia era muy pequeña a Irlanda, para trabajar como obrero de la construcción. Un día reciben la noticia de que su padre ha fallecido en accidente de trabajo. La madre de Olia le pide que viaje a Irlanda para arreglar el papeleo y traer a Polonia el cadáver de su padre, porque domina bien el inglés. Tras dudarlo, Olia acepto y viaja sola. Al llegar descubre que el dinero que le ha dado su madre no es suficiente para el traslado y deberá ingeniárselas de alguna manera para cumplir con su misión. Deambulará sola por la ciudad, buscando alternativas y conocerá las condiciones de trabajo de su padre, a sus compañeros en la empresa y descubrirá algún secreto sobre él. Deberá ir haciendo el puzle que le una a un padre del que sabía pocas cosas y con el que había vivido poco. No será nada fácil.

Con un mensaje positivo y esperanzador dotado de una gran dosis de humor negro, narra la odisea de una joven con un espíritu adorablemente testarudo para repatriar el cuerpo de su padre, trabajador inmigrante fallecido en accidente laboral en Dublín, y poder darle un entierro digno en su país de origen.

“Ola es una joven polaca a punto de cumplir los 18 años, que acumula una gran rabia interior. Su padre, al que siempre se refiere como “el viejo”, trabaja en la construcción en el extranjero, en Irlanda, y apenas le ve. Tiene un hermano discapacitado psíquico, y su madre apenas sonríe y siempre le riñe por todo. Por si la vida así no fuera lo suficientemente dura, una inesperada llamada telefónica les anuncia la muerte del padre en accidente laboral. Ola dará un paso más en su forzado camino a la madurez, pues es la única que puede manejarse en inglés y viajar a Dublín para repatriar el cadáver. En el proceso se dará cuenta lo muy poco que conocía a su padre, y de lo fácil que resulta juzgar injustamente a los demás.

Interesante, aunque dura y algo deprimente película del poco conocido cineasta polaco Piotr Domalewski, aquí director y guionista. Sorprende la agilidad narrativa y la soltura en el manejo de la cámara y la dirección de actores, con una estupenda Zofia Stafiej, actriz debutante o casi, que podría seguir dando que hablar, supone todo un descubrimiento, y sobre su interpretación se sostiene toda la película. La idea de traer a casa el cuerpo de un difunto vertebra muy bien toda la narración.

(…)

Estamos ante un buen cine social y sobre la familia, que puede hacer pensar en parte en Ken Loach, que aborda cuestiones de entidad eludiendo caer en un cargante tono moralizante. Domina como es lógico el punto de vista de la joven Ola, y las simpatías del espectador estarán en gran parte con ella, pero Domalewski tiene el talento de, junto a su capacidad de iniciativa de chica guerrera, mostrar también los defectos de la chica, su incapacidad, que va a ir siendo corregido, de reconocer en los demás que hacen con frecuencia lo que pueden, lo que no es poco” (José María Aresté)

 A veces, el más inhóspito de los lugares para conocer de verdad a quienes tenemos más cerca. Atreverse finalmente a llorar será el mejor homenaje posible que la joven pueda dedicar al fallecido y a sus propias posibilidades de futuro.

Más información en:

https://sofilm.es/i-never-cry-yo-nunca-lloro/


siete minutos (Michele Placido, 2016)

1 Juny 2022

Sinopsis: Los propietarios de una empresa textil italiana venden la mayor parte de la propiedad a una compañía multinacional. No hay ningún despido previsto, pero hay una cláusula especial que el nuevo propietario quiere que sea incluida en el contrato. Once mujeres, que representan al conjunto de la empresa, tendrán que decidir si aceptan o no esta cláusula. El debate se va encendiendo y las historias personales de estas mujeres, con sus esperanzas y sus recuerdos, saldrán a la luz según se va acercando el momento de emitir el voto final.

Siete minutos no son nada en comparación con un despido. De ello están convencidas las trabajadoras de la directiva de la fábrica que deben votar sí o no a esta nueva condición en nombre de 300 compañeras que esperan saber, ansiosas, si al día siguiente tendrán todavía un puesto de trabajo. Todas están convencidas, excepto una. Así, mientras los altos directivos (entre ellos Placido) festejan con alegría la fusión de la empresa, entre las esferas más bajas surge una tensa disputa entre la decisión del sí o del no. Están las “veteranas”, la embarazada, las inmigrantes, la madre de familia con el marido en el paro, la chica con su primer empleo… cada una con su propia historia, necesidades y desesperaciones.


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