la vida de los demás (Mohammad Rasoulof, 2020) 

1 gener 2024

Sinopsis: Cuatro historias sobre la fortaleza moral y la pena de muerte que cuestionan hasta qué punto la libertad individual puede expresarse en un régimen despótico.

La vida de los demás (There Is No Evil) es un drama iraní  escrito y dirigido por el cineasta Mohammad Rasoulof; director que actualmente se encuentra en prisión, por haber denunciado a través de sus películas las barbaries del sistema de su país. Esta película nos relata cuatro historias diferentes, que cuentan con un denominador común: el paradigma ético y moral de elegir entre la vida o la muerte. Una cinta que expone situaciones muy impactantes que se dan a nivel estatal en Irán, pero  a las cuales el director también ha sabido encontrarles  cierto halo de luz. Un film realizado sin ningún tipo de contemplación a la hora de hablar del sistema penitenciario iraní; pese a que el director, supiera que iba a ser perseguido por el poder factico de su país.

El filme tiene un tema común: la pena de muerte y, a partir de aquí, distintas situaciones y vivencias sometidas a la tiranía de una dictadura política. Mohammad Rasoulof desborda ingenio, y sutilidad, en ese espléndido primer episodio en el que vemos el día a día de un individuo, filmado en plano-secuencia dentro del automóvil, viéndose con su madre, la relación con su esposa y la hija, las rutinas asumidas, hasta un final no por intuido menos brutal. Las otras tres historias varían de estilo y resultan más acomodadas tanto formal como argumentalmente.

En todo caso, ‘La vida de los demás’ vale la pena por esa media hora inicial. Quizá de ser el último de los episodios, el conjunto dejaría un mejor sabor de boca. Tal como está montada, al concluir la película toca recordar lo bien que empezó” (Quim Casas)

Aquí ofrece cuatro historias independientes, no hay personajes que las conecten u otros artificios al uso. Lo que tienen en común es la temática de fondo, la pena de muerte, y el modo en que marca a los que están alrededor y de modo especial a los verdugos, sobre todo cuando no ejercen voluntariamente ese oficio, a veces puede tocar dentro de las tareas del servicio militar obligatorio, que se acompaña de alicientes como la concesión de permisos. También el factor sorpresa, hay elementos en las historias que no asoman inmediatamente, Rasoulof, director y guionista, se toma su tiempo en construir la situación, poner a los personajes en su contexto, para que nos vayamos haciendo cargo de cómo han llegado hasta ahí, y finalmente darnos algo más que completa la “foto”, y nos deja próximos a la estupefacción. Parte de su magia es que evita la sensación de darnos algo postizo, aquello se remata de modo completamente natural.

De modo que seguimos a un hombre, casado y con una hijita, en lo que parece una vida rutinaria y architípica, la normalidad más absoluta que incluye ir de compras, cobrar el sueldo mensual, ayudar a la madre de él, comer con la niña en un centro comercial… hasta que conocemos algo que forma parte de tanta rutina y que nos sobrecoge. La segunda historia nos muestra a un soldado haciendo la mili, y que debe participar en una ejecución, pero en el camino de llevar al reo a su destino se rebela, intentando la fuga. Luego tenemos a otro hombre hombre, que aprovecha un permiso para acudir a casa de la familia de la mujer que ama, con intención de celebrar su cumpleaños, sin saber que guardan luto por la muerte de alguien muy cercano. Finalmente, una jovencita que vive en Alemania y bastante occidentalizada, visita a su tío que vive en un lugar desértico en Irán a pesar de ser médico, marcado por un terrible secreto.

Las historias fluyen maravillosamente y conforman una sorprendente unidad, nadie diría que se han unido artificialmente para darles salida cinematográfica, sino que se han concebido como una obra que funciona, y aun a pesar de su larga duración, dos horas y media, se sigue con enorme interés. Los actores de cada episodio se muestran muy naturales” (José María Aresté)


el regreso de las golondrinas (Li Ruijun, 2022)

1 Desembre 2023

Sinopsis: La humilde y sencilla Ma, y el tímido Cao, han sido expulsados de sus respectivas familias y obligados a contraer un matrimonio concertado. Ahora tendrán que aunar sus fuerzas y construir un hogar donde sobrevivir. En medio de la adversidad, comienza a forjarse entre ellos un vínculo, ya que tanto Ma como Cao, en sintonía con los ciclos de la Tierra, se crean un refugio en el que pueden prosperar.

Dicen que las golondrinas son capaces de recordar, gracias a su impresionante memoria, y a pesar de los cientos de kilómetros recorridos durante las migraciones, los lugares exactos en los que han construido sus nidos. Pese a la distancia, siempre tienen un lugar al que volver.

Sin embargo, en el último filme del director chino Li Ruijun se refleja, al menos en un segundo plano, la realidad de estas aves. Sus nidos ya no existen, porque tampoco existen los pueblos en los que los habían construido.

Las familias de Ma y Guiying se reúnen pensando que harían buena pareja, a pesar de la edad de él, y de los problemas de salud de ella, que le impiden tener hijos. Ma es campesino y muy trabajador, tiene unas pocas tierras, un burro y unas gallinas, no necesita mucho más. Y Guiying, aunque parca en palabras, también es de las que arrima el hombro y capaz de sacar adelante un hogar. Contra pronóstico, aquello no va a ser un mero matrimonio de conveniencia, pues ambos se complementan y surge entre ellos la complicidad y la ternura, un amor sin aspavientos.

Sencillo y emotivo drama rural, atravesado de lirismo, está escrito y dirigido por Li Ruijun. Con ritmo lánguido y pastoril, no hay prisas en un entorno rural donde parece que el tiempo se ha detenido, seguimos la cadencia de los días y de las tareas del campo, donde una novedad puede ser encontrar en el suelo un nido de golondrinas con sus polluelos, y ver ahí una especie de señal para que Guiying dé cauce a sus instintos maternales” (José María Aresté)

Hay algo muy hermoso en ‘El regreso de las golondrinas’ (traducción que parece contradecir el original en inglés ‘Return to Dust’) que tiene que ver con la delicadeza, casi propia del cine silente, con que retrata el callado amor que nace entre dos marginados en la China vaciada. Lo que empieza como un matrimonio de conveniencia se despliega en una red de gestos de empatía que cristalizan en el esforzado trabajo de una tierra áspera, que apenas dará frutos para mantener a la pareja con vida. No se trata de romantizar la dignidad de la figura del campesino sino de filmar su dura cotidianeidad como un espacio de entendimiento común, en el que la resiliencia y el cuidado mutuo se convierten en una isla, un lugar desde el cual echarle un pulso a la adversidad. Li Ruijun filma el trabajo en esa granja precaria en silencio, atento a la poética del tesón para dominar la materia del paisaje, que aparece tan bello como indomable.

La película es política sin parecerlo. Youtie Ma, con su burro como su único amigo, y Guiying Cao, arrastrando su cojera, son desterrados de la protección de sus respectivas familias en un escenario en el que el éxodo de la población rural a las ciudades es habitual, y las paupérrimas condiciones de vida de la China campesina empeoran a marchas forzadas, hasta el punto de que la película parece situarse en una época casi medieval. Para sobrevivir más mal que bien, Youtie Ma tiene que vender su sangre a un cacique de la zona, demostrando que el feudalismo y el capitalismo siguen siendo primos hermanos. Ambos personajes encuentran su heroísmo en el aislamiento, en una forma de resistencia que no tenemos que confundir con la resignación. Es de agradecer que la película no los convierta en símbolos de nada, porque desde la posición que ocupan los personajes la única forma de derrotar todo cambio social o económico, siempre en fuera de campo, es seguir existiendo a través de un amor que se retrata, testarudo, sin cargar las tintas en vanos sentimentalismos.” (Sergi Sánchez)

Más información en:

https://www.espinof.com/criticas/regreso-golondrinas-pelicula-que-desafio-al-regimen-chino-tierna-historia-amor-cargada-critica-social-como-belleza


Utama (Alejandro Loayza Grisi, 2022)

1 Octubre 2023

Sinopsis: En el altiplano boliviano, una pareja de ancianos quechuas lleva años viviendo la misma vida cotidiana, pastoreando sus llamas. Durante una sequía inusualmente larga, Virginio y su esposa Sisa se enfrentan a un dilema: resistir o ser derrotados por el entorno y el propio tiempo. La visita de su nieto que vive en la ciudad e intenta convencerlos de que se muden con él alterará su rutina y el sentido de su existencia.

Las consecuencias del cambio climático y el cataclismo que se avecina son cada vez más evidentes y, como ocurre habitualmente, son los grupos más obviados los que sufren los daños en mayor medida. El altiplano boliviano, donde viven ganaderos tradicionales aislados del progreso tecnológico, padece la desertificación propia de la escasez prolongada de lluvias.

Este problema se evidencia en Utama con una serie de planos generales que huyen de la idea de embellecer, que a veces se asemeja más a una postal turística. Aquí los paisajes aparecen desnudos de ornamentos, solo la piel agrietada y la ausencia de vegetación toman protagonismo.

Virginio y Sisa son un matrimonio de ancianos quechuas. Viven solos en las desoladas tierras del altiplano boliviano, ahora estriadas y polvorientas por una terrible sequía que ha empujado a emigrar a la mayoría de la población. Aislados en sus casuchas de barro, Virginio y Sisa perseveran aún, trabajando la tierra y cuidando de sus llamas. Cada día, antes del amanecer, Virginio recorre decenas de kilómetros con su ganado, en busca de los míseros pastos de algún cerro y cada día regresa a la noche para reponer fuerzas con algún trozo de pan, alguna raíz cocinada por su esposa. Hasta allí llegará un día su nieto, procedente de la ciudad, con la idea de llevarse con él a sus abuelos.

La historia de Loayza Gris sigue sobre todo a Virginio, anciano y enfermo, lacónico hasta la exageración, cuya vida espartana ha curtido su piel y su carácter hasta convertirlo casi en un trozo de cuero, sufriente, duro e inflexible. La difícil y tirante interacción entre el abuelo y el nieto centran una trama sin apenas diálogos ni muestras de cariño, donde con sutileza se nos invita a contemplar un territorio inhóspito, desértico, inmenso, en donde el hombre apenas ha puesto el pie y en donde es imposible vivir con las comodidades de la civilización. Cobran sentido esos ritos indígenas, esas supersticiones antiguas para que la madre tierra entregue el agua y resultan muy bellos los pasajes referentes al cóndor” (Pablo de Santiago)

Todo en esta joya cinematográfica resulta sorprendente. La excelente dirección de actores, todos no profesionales; la belleza extrema de una fotografía y unos paisajes que eluden la tentación de la postal turística para integrarse de modo natural en la acción; la ternura que transmite con su retrato minimalista de un mundo que se extingue; que se trate de una ópera prima; el respeto que muestra por sus personajes, y, por encima de todo, la dignidad que reflejan estos. A ratos, situaciones, imágenes, personas o encuadres parecen destellos del mejor John Ford” (Juan Pando)

Más información en:

https://www.elantepenultimomohicano.com/2022/01/critica-utama.html

https://cinemagavia.es/utama-pelicula-critica-estreno-cine/


El pájaro pintado (Václav Marhoul, 2019)

1 Setembre 2023

Sinopsis: Un niño judío busca refugio, durante la Segunda Guerra Mundial, en algún lugar de Europa del este, donde se encuentra con muchos personajes diferentes.

El pájaro pintado trata sobre un joven judío y su aterradora lucha para sobrevivir en la Europa del Este devastada por la guerra. Todo comienza cuando sus padres dejan al niño en manos de una anciana en una remota aldea con la intención de esconderlo, pero la mujer fallece repentinamente, algo que ocasionara que se quede solo teniendo que luchar para poder sobrevivir. Por su vida pasarán diferentes personas que harán que su inocencia infantil se corte radicalmente.

Una soberbia fotografía en blanco y negro nos acompañará en esta cruda historia, todo un desafío visual, ya que se cometen muchas atrocidades por parte de los adultos que parece que han perdido la cabeza después de haber vivido el horror de la contienda. Solamente encontraremos dos personas compasivas hacia el pobre niño un soldado nazi y un cura.

Es muy difícil valorar una película como El pájaro pintado donde el horror se muestra de forma tan explícita que cuesta dilucidar cuál es la frontera entre la crítica social y el exhibicionismo morboso.

Durante las casi tres horas de metraje de El pájaro pintado, la cámara de Marhoul sigue a un joven huérfano que, a duras penas, recorre un país desconocido de Europa del Este con la esperanza de que el conflicto bélico le pase de largo. Desde la primera escena, la crueldad de los no pocos personajes que se cruzan en su camino se hace el pan nuestro de cada día. Dividida en una estructura de “capítulos” o segmentos titulados con los nombres de estos personajes secundarios, recuerda a los tratados del clásico de la literatura picaresca española del siglo XVI El Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554), sobre un pobre diablo, también separado de sus padres, que se veía obligado a arrimarse a diferentes amos (el ciego, el clérigo, el hidalgo, etc) para sobrevivir en la España renacentista. Esta era la forma que tenía su anónimo autor de analizar los estamentos y clases sociales de la época y trasmitir enseñanzas y lecciones sobre la naturaleza humana. Como Lázaro, el joven sin nombre de El pájaro pintado llega a convivir con una buena variedad de personajes, en su mayoría deleznables, que se retratan como los culpables de la pérdida de la inocencia del protagonista.

La apabullante fotografía de Vladimir Smutny coloca al pequeño huérfano en mitad de un escenario rural, cubierto de árboles desvestidos y de grises cortezas. De influjo infernal, donde nada crece y todo sufre y muere. La fotografía, eso sí, se ve acompañada por una decepcionante vacuidad. La película de Marhoul peca de una crueldad y una amoralidad casi cómica, y que cercena la belleza de sus imágenes rodadas en 35 mm en un poderoso blanco y negro. En El pájaro pintado no hay otra cosa que un espectáculo grotesco de asesinatos, suicidios, violaciones y genocidios. Una serie ininterrumpida de desdichas horribles que, si bien en un principio pueden impresionar, terminan, en toda su repetitividad, por convertirse en sketchs autoparódicos que impregnan a la película de un tono de ridiculez casi ruborizante. Si bien en El Lazarillo de Tormes con cada tratado el lector absorbía las enseñanzas y moralidades que predicaba su autor, en El pájaro pintado solo hay morbo y gratuidad. El simple deseo de su director de impactar” (Juanma Barbero)

En definitiva, El pájaro pintado es un filme terrorífico, sádico, excesivo, perturbador. Una obra expresionista servida en formato de fábula alegórica que nos habla del descubrimiento de la maldad y de la oscuridad de los hombres. Sin duda, provocará reacciones encontradas, a veces incluso en uno mismo, como me sucedió a mi. ¿Se trata de una reflexión profunda y necesaria sobre la perversión humana o tan solo es un filme que busca acercarse a lo mórbido mediante una despreciable acumulación de escenas truculentas que buscan el impacto gratuito en el espectador?

Más información en:

https://cinedivergente.com/el-pajaro-pintado/

https://noescinetodoloquereluce.com/2023/06/critica-review-el-pajaro-pintado-painted-bird-pelicula.html


aguas oscuras (Todd Haynes, 2019)

1 Abril 2023

Sinopsis: Inspirada en una impactante historia real. Un tenaz abogado (Mark Ruffalo) descubre el oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes y enfermedades con una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga su futuro, su trabajo y hasta su propia familia para sacar a la luz la verdad.

En la línea de “Erin Brokovich” o “Acción Civil”, es este tipo de films que sacan a relucir lo peor de estas mega industrias corporativas químicas que solo buscan los máximos beneficios sin reparar en daños medioambientales, de seres vivos o personas.

La lucha de David contra Goliat esta representada por el abogado Rober Bilott que casualmente recibe la vista de un vecino del pueblo de su abuela, diciéndole que más de 190 vacas de su granja han muerto y que algo está ocurriendo entre los habitantes de la zona por culpa de unos vertidos de una gran empresa de la marca DuPont. Después de visitar el lugar comienza a obsesionarse para descubrir la verdad.

Aguas oscuras es un efectivo thriller dramático que se inspira en unos terribles hechos reales acaecidos hace pocos años. Partiendo de los efectos mortales que había producido en los animales de una granja de Parkesburg (Virginia Occidental), el abogado Rob Bilott destapó el peligro del politetrafluoroetileno, conocido comúnmente como teflón. Se convierte en un film de terror cotidiano, cuando descubrimos que esa sustancia tóxica y altamente cancerígena, se encuentra en innumerables productos con los que lidiamos cada día como nuestros utensilios de cocina.

Es increíble comprobar la poca trascendencia en la opinión pública y en los medios de comunicación que tuvo un caso que afecta directamente a la salud pública mundial y a nuestra vida cotidiana. Sin duda, los importantes intereses económicos que ostentan las empresas fabricantes, prevalecen sobre los ciudadanos” (Daniel Farriol).

Más información en:

https://www.espinof.com/criticas/aguas-oscuras-mark-ruffalo-lidera-apasionante-drama-legal-que-evita-peores-cliches-subgenero

https://cinemagavia.es/aguas-oscuras-pelicula-critica/


sin novedad en el frente (Edward Berger, 2022)

1 Març 2023

Sinopsis: Relato de las terribles experiencias y la angustia de un joven soldado alemán en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial.

Sin Novedad en el Frente” comienza con un plano general del bosque y las montañas, todo enmarcado por una quietud sombría, de pronto y sin esperarlo, al fondo, más allá de la cordillera, estalla una tormenta llena de relámpagos atronadores iluminando el cielo ennegrecido. Más tarde entenderemos algo: no es una tormenta ni son truenos ni relámpagos… es la guerra.

Con guion de Lesley Peterson e Ian Stokell y la dirección de Edward Berger llega a nosotros la tercera adaptación de la novela antibélica de Erich María Remarque: “Sin Novedad en el Frente”. Aquí se nos narra la historia de Paul Bäumer, un joven de 18 años que, junto a sus amigos, motivados por sus profesores, deciden enlistarse en el ejército para ir a pelear al frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. Al llegar a las trincheras deberán enfrentarse a la realidad del conflicto bélico para dejar atrás sus fantasías sobre la guerra. Al mismo tiempo, y de forma paralela, seguimos al político alemán Matthias Erzberger quien busca llegar a un acuerdo con las potencias aliadas para terminar todo el conflicto y así evitar el derramamiento de sangre.

Rodada en la República Checa,  All Quiet  es tremendamente realista: secuencias de batallas impresionantemente escenificadas se suceden con los sonidos del conflicto en un bombardeo cinematográfico. Con la lucha brutal en curso en Ucrania por el territorio, Berger trae a casa el mensaje de todas las películas de guerra de la manera más sencilla y directa: el costo en vidas humanas, sí, pero también en nuestra humanidad colectiva.

Esta es la tercera adaptación cinematográfica de la famosa novela de Erich Maria Remarque, una diatriba tan poderosa en su evocación de las realidades de la guerra y tan determinada en su pacifismo que fue uno de los muchos libros que los nazis quemaron sistemáticamente. La primera adaptación cinematográfica llegó en 1930, apenas un año después de su publicación, ganando Mejor Película en la tercera edición de los Premios de la Academia; luego se convirtió en una película para televisión con Ernest Borgnine a fines de la década de 1970. Ahora, con el libro como un elemento básico entre los escolares de todo el mundo, tiene otro giro. Este es un libro tan seminal, al parecer, que cada generación tiene un giro cinematográfico.

Esta nueva versión del director Edward Berger (quizás mejor conocido en el Reino Unido por dirigir a Patrick Melrose ) podría ser la toma más floja hasta el momento: aquí, Paul Bäumer no regresa brevemente a casa, hastiado y desilusionado, como lo hace en la novela, pero la historia no pierde nada de su poder o su ira por ello. Un furioso prólogo comienza no desde la perspectiva de Paul, sino de otro impresionable joven recluta alemán, que rápidamente se encuentra en el lado equivocado de una bala francesa. Luego, con una notable perspectiva macro, la cámara de Berger sigue el viaje de su uniforme, mientras se limpia de barro y sangre, se vuelve a tapizar y se recicla, para enviarlo nuevamente al cumplimiento del deber. La vasta maquinaria de la guerra total rara vez ha sido descrita de manera tan visceral o tan fría como esta.

Ese uniforme finalmente termina en manos de Bäumer (Felix Kammerer, enormemente impactante incluso cuando está cubierto de barro), quien se inspira ingenuamente en un discurso inquietantemente nacionalista para unirse al esfuerzo militar. Él y un grupo de amigos adolescentes se inscriben emocionados; 18 meses después, todos están cansados ​​de la guerra o muertos. La ruta del viaje de este soldado será relativamente familiar para cualquiera que haya visto una película de guerra antes (especialmente si es una de las dos adaptaciones anteriores de este libro), pero la ejecución es enormemente impresionante.

Estos soldados son enviados a la cima sin cesar, casi repetidamente, dejándonos con nada más que una sensación de inutilidad. La dirección de Berger sigue siendo dura en todo momento. La guerra de trincheras se describe como nada más que un fracaso de generales irreflexivos y ególatras; si el hambre no los mata, lo harán sus órdenes de exagerar. Todo está increíblemente filmado, con valores de producción que rivalizan con los de 1917 de Sam Mendes; a veces, casi se adentra en el territorio del horror, ayudado en gran parte por los sintetizadores anacrónicos y en auge de la partitura de Volker Bertelmann. Toda la experiencia está llena de fatalidad e impotencia. Más que nada, esta es una película de guerra que se mete debajo de la piel y hasta los huesos. (Fuente original: https://www.empireonline.com/movies/reviews/all-quiet-on-the-western-front/)

Más información en:

https://laestatuilla.com/criticas/critica-de-sin-novedad-en-el-frente-edward-berger/

https://noescinetodoloquereluce.com/2022/11/critica-sin-novedad-en-el-frente-pelicula-netflix.html

https://cinemagavia.es/sin-novedad-en-el-frente-pelicula-critica-estreno-netflix/


cinco lobitos (Alauda Ruiz de Azúa. 2022)

1 febrer 2023

Sinopsis: Amaia acaba de ser madre y se da cuenta de que no sabe muy bien cómo serlo. Al ausentarse su pareja por trabajo unas semanas, decide volver a casa de sus padres, en un pueblo costero del País Vasco, y así compartir la responsabilidad de cuidar a su bebé. Lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora sea madre, no dejará de ser hija.

Cinco lobitos es una ópera prima absolutamente prodigiosa. Así de claro y sencillo. El debut tras las cámaras de la vasca Alauda Ruiz de Azúa sorprenderá a propios y extraños, incluso a aquellos que a priori no se sientan demasiado identificados o atraídos por los temas que trata. Y es que estamos frente a un filme que desborda autenticidad y sensibilidad por los cuatro costados. Ahora que está tan de moda en el cine español aquello de buscar la verdad subvirtiendo los límites de los géneros ficción/documental incluyendo actores no profesionales para ofrecer esa frescura cotidiana, esta película demuestra que pueden alcanzarse los mismos objetivos con un método más tradicional y cinematográfico, con actores de verdad que nos hacen olvidar que lo son. En Cinco lobitos es imposible resistirse ni evocar en la mente nuestras propias vivencias mientras contemplamos esta preciosidad de tono naturalista que penetra en nuestra intimidad como pocas películas logran hacerlo.

La trama es de aparente simpleza, de aquellas que parecen no contar nada extraordinario. Es la historia de una familia cualquiera, tan reconocible y común como la de cualquiera de nosotros. Amaia es una joven que acaba de dar a luz a su primer hijo, un hecho que la lleva a enfrentarse a una serie de responsabilidades inesperadas que trastocan la vida en pareja que tiene con Javi. Ambos son padres primerizos, inexpertos y están asustados. Nadie les advirtió de lo complicado que es criar a un hijo, compaginarlo con el trabajo y con el día a día que llevaban hasta entonces.

Cinco lobitos parte de un guion quirúrgico en el que se construyen cuatro personajes maravillosos que nos resultan reconocibles en sus dudas, imperfecciones y necesidades vitales. Es muy fácil empatizar con cada uno de ellos tanto por sus virtudes como por sus defectos, en los que también nos sentiremos reflejados, ya que en definitiva todos tienen algo de nosotros o de la gente que nos rodea. Ruiz de Azúa extrae unas interpretaciones asombrosas de los cuatro intérpretes principales: Laia Costa nunca ha estado mejor, ya dije en Málaga que merecía la Biznaga de Oro y se la dieron, pero que le den también el Goya, el Oscar o cualquier otro premio que se precie, está simplemente perfecta; Susi Sánchez, es una actriz majestuosa que aquí vuelve a demostrarlo, la química con su hija en la ficción es absoluta; Ramón Barea, es otro de los grandes de nuestro cine, creo que no siempre ha sido reconocido como se merece, su grandeza aquí radica en saber mantenerse en un segundo término cuando toca darle protagonismo a las mujeres, pero sin descuidar la importancia de los pequeños detalles que le definen; y, finalmente tenemos a Mikel Bustamante que es quién tiene el personaje menos agradecido de los cuatro, pero que no desentona en ningún momento ante el torrente de talento de esas tres bestias pardas.

El filme reflexiona sobre la maternidad y sobre el constante cambio de roles entre los miembros de la unidad familiar. La joven madre que cuida a su bebé puede, a su vez, necesitar siendo adulta el ser cuidada por su propia madre que, con el paso del tiempo, las enfermedades o la senectud, necesitará de los cuidados de esa hija. Es un juego de espejos convexos que deforma cuál es la figura maternal real, pero sin dejar de posicionarla en el centro del relato-imagen, desenfocándose todos los sentimientos superfluos en unos márgenes indistinguibles. Ruiz de Azúa retrata la maternidad sin idealizarla, no hay que ser perfecta para ser una buena madre” (Daniel Farriol)

Cinco lobitos es un retrato muy íntimo sobre la maternidad y la crianza de los hijos, pero también de lo que significa convertirse en madre mostrando a lo que se renuncia y lo que se gana con una atención especial a la supuesta conciliación.

Porque no todo es bonito y también tenemos un punto muy importante de crítica, mostrando que el cuidado de los hijos y también de los padres termina cayendo tantas veces en las mujeres (madres e hijas) como una responsabilidad demasiado asumida y naturalizada. Y todo esto a costa de la pérdida de la salud y a tener que renunciar a una vida profesional para poderse hacer cargo de las labores de cuidados y crianza” (Mariló Delgado)

Más información en:

https://losinterrogantes.com/cine/criticas/pelicula-cinco-lobitos-2022

https://www.elantepenultimomohicano.com/2022/02/critica-cinco-lobitos.html

https://www.elespectadorimaginario.com/cinco-lobitos/


todo ha ido bien (François Ozon, 2021)

1 gener 2023

Sinopsis: Emmanuèle, una novelista con una vida privada y profesional plena, se precipita al hospital al enterarse de que su padre, André, acaba de tener un accidente cerebrovascular. Cuando se despierta, debilitado y dependiente, este hombre, curioso por naturaleza y amante apasionado de la vida, le pide a su hija que le ayude.

El anciano André sufre un infarto cerebral y es ingresado en el hospital. Está fuera de peligro, pero su recuperación promete ser lenta, y le acompaña una parálisis, necesita ayuda para las actividades más elementales. Sus dos hijas, Emmanuèle y Pascal, especialmente la primera, una escritora que no tiene hijos, le atienden con esmero, le quieren aunque no haya sido buen padre. La madre, Claude, escultora, padece depresiones y su cabeza no rige del todo bien, además de que tuvo que encajar la homosexualidad de él. La sorpresa llega cuando André le pide a Manu que le ayude a morir. Es duro golpe para ella, que le produce de entrada rechazo, pero acabará plegándose a sus deseos, investigando cómo podría recurrir a la eutanasia, ilegal en Francia. La respuesta pasa por acudir a los servicios de una clínica suiza.

“Es de agradecer que una película tan encarrilada a lo dramático, no se despeñe entre mucosidades y lloriqueos; es contenida y eficaz en su pretensión de hacer pasar por lógica y deseable la eutanasia” (Oti Rodríguez)

Todo ha ido bien es una historia sobre el conflicto moral que supone aplicar eutanasia a cualquier persona. Emmanuèle es un novelista cuya vida se ve interrumpida al enterarse de que su padre ha sufrido un ictus que le ha hecho ser una persona dependiente. Un hombre aventurero se ve frenado por un problema de salud que le lleva a plantearse el sentido de la vida, a la vez que comprende el destino que le depara.

Todo ha ido bien emplea la comedia negra para acercarnos a un tema delicado sobre el que deberían sentarse unas bases judiciales. La muerte asistida es tratada con gran naturalidad en la obra y se penaliza con la ironía, lo ridículo que es querer morir y no poder hacerlo, ya que genera situaciones absurdas.


vortex (Gaspar Noe, 2021)

1 Desembre 2022

Sinopsis: La historia sigue a una pareja de ancianos. Él tiene problemas de corazón y ella padece Alzheimer. Una mirada cercana a la realidad de este matrimonio que trata de lidiar con sus enfermedades y el paso del tiempo.

Aunque Gaspar Noé recurre a medios más ortodoxos que de costumbre, Vortex resulta tan demoledora y liberadora como cualquier otra de sus películas. Sus similitudes evidentes al Amour de Haneke funcionan más como homenaje que como copia. Es sincera, personal e inesperadamente bonita.

 “«Vortex» arranca con una escena idílica. En una terraza en los tejados de París, una pareja de ancianos se prepara para tomar un aperitivo. Antes de brindar, ella le pregunta si la vida es un sueño. Él responde: un sueño dentro de un sueño. Y la cámara, errabunda, viaja hasta enfocar un muro donde aparecen los créditos de los actores y del director con su año de nacimiento. «Vortex» es la historia de ese muro, esa sábana que nos cubre, que no solo nos hará conscientes de nuestra finitud sino también de que lo que vemos es, tal vez, un paréntesis onírico en la auténtica pesadilla de la vida cuando perdemos la cabeza y la muerte nos ronda. Muy pronto ese muro empezará a dibujarse en medio de la pantalla para separar al matrimonio protagonista. Nunca la pantalla partida había significado tanto: condenados a compartir imagen, ella y él siempre están en universos distintos. Un mismo apartamento se disocia en vectores que se divorcian, de modo que el plano y el contraplano de una relación se convierte en una imagen en permanente conflicto consigo misma, dos neuronas incapaces de entrar en sinapsis. El espacio es esquizofrénico, siempre igual y siempre diferente, en la medida en que las dos células de la imagen se dan la espalda, se buscan sin encontrarse, y cuando coinciden, se desencuadran, se doblan, vuelven a bifurcarse, encerrando a cada personaje en sus derivas enfermas –ella, el Alzheimer; él, sus neurosis obsesivas–, prisioneros que han tirado la llave de la celda que habitan” (Sergio Sánchez)

“Las películas de Gaspar Noé siempre parecen estar concebidas para poner a prueba al espectador, para incomodarlo, para llevarlo hasta el extremo y revolverle las tripas, para enseñarle lo que no quiere ver. No son experiencias agradables, pero son al menos experiencias en su sentido más amplio, tanto cinematográficas como físicas y mentales. Su última obra puede que sea la más humana y sensible de toda su carrera, lo que no quiere decir que también sea visceral y aterradora, ya que gira alrededor de la enfermedad y la vejez y, en consecuencia, de la muerte. Su cámara seguirá a dos ancianos en un apartamento parisino atestado de libros, de memoria y recuerdos. Cada uno ocupa una parte de la pantalla, que se divide para centrarse de forma individual en los personajes que interpretan Dario Argento y Françoise Lebrun que, de alguna manera, con su sola presencia adquieren un simbolismo crepuscular sobre el final de una época, la de los supervivientes del giallo y la Nouvelle Vague. Quizás por esa razón, Vortex sea también un experimento a medio camino entre el cine de terror (en su vertiente existencial) y la experimentación formal y conceptual. Y, sobre todo, una carta de amor al cine, tal y como se dice en un momento, a las películas como sueños.

El director se muestra más inspirado que nunca a la hora de conjugar narración e imagen. Vortex está repleta de ideas brillantes, es una película viva a pesar de hablar de la muerte, porque en ella hay un espíritu de búsqueda, de encontrar nuevos caminos expresivos a través de las herramientas cinematográficas y la puesta en escena” (Beatriz Martínez)

Más información en:

https://purocineyalgomas.com/vortex-un-filme-que-aborda-el-inevitable-destino-de-todo-ser-humano/

https://noescinetodoloquereluce.com/2022/07/critica-vortex-pelicula.html

https://cinefilosfrustrados.com/vortex-2021-critica-gaspar-noe-filmin/

 


ven y mira (Elem Klimov, 1985)

1 Octubre 2022

Sinopsis: Película de encargo para celebrar el 40 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Relata, a través de los ojos de un niño progresivamente endurecido por el sufrimiento, la matanza sistemática de los habitantes de las aldeas bielorrusas, más de 600, durante la guerra.

Ven y mira es más un viaje a las tinieblas en su concepción de Joseph Conrad. El horror que clama el personaje al final de Apocalipse Now (1979), la imagen de una visión demasiado ignominiosa como para ser mostrada, el trauma puro, eso mostraría la película de Elem Klimov. No se presta atención a la precisión histórica sino al impacto psicológico de la guerra en un individuo.

La película se realizó en la Unión Soviética para conmemorar la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, pero Ven y mira no tiene una gota de propaganda triunfalista

“Toda la crudeza de la invasión nazi en clave evolutiva. La adolescencia de Florya es el hilo conductor que nos devela una realidad disímil a lo que el género suele mostrar. Lo bélico ya no en términos de combate épico, sino como apelación al sufrimiento humano, padecimiento de quien se encuentra en medio del combate y debe apelar a la improvisación sin resultado. Miseria del Tercer Reich puesta de manifiesto en violentos actos de cobardía.

Es la historia de un adolescente que quiere ir a la guerra y lo consigue; nos impone su realidad a partir de un rostro en primeros planos desgarradores que combinan tristeza, estupor, angustia y locura. Un tránsito acelerado, con mecanismos psicológicos que se ven sobrepasados por el límite que impone la lógica de los hechos. Suerte de inercia inicial, que de actitud condescendiente se transforma en acceso directo a la crueldad. Explosiones por doquier dan cuenta de la fragilidad humana en contexto bélico.

Florya es un adolescente que va a la guerra y descubre que no es un juego: los nazis masacran a su gente. A partir de allí, se inicia una peripecia que lo tendrá poco como protagonista y mucho como observador en riesgo. Es la postura típica del novato aprendiz, la vida apela a su momento, lo lúdico se transforma en tragedia, pasaje del juego al acto en un abrir y cerrar de ojos. Desarrollo traumático que se aferra a una inmadurez acorde a edad y contexto familiar. La cámara sigue a nuestro protagonista en extensos travellings, a la vez que en primeros planos nos revela todo lo trágico de su experiencia. (Álvaro Gonda Romano, en http://www.elespectadorimaginario.com/ven-y-mira/)

Ven y mira está basada en la Masacre de Khatyn, un penoso episodio algo olvidado en el que toda una aldea entera fue asesinada y, según los créditos de la película, hasta 628 aldeas fueron destruidas de manera similar, incendiados con sus habitantes dentro, durante la invasión alemana de Bielorrusia, alrededor de 1943. Aunque el film de Elem Klimov no es la recreación literal de este horrible evento histórico en particular sino que le da un uso de excusa para exponer la sinrazón frustrante de la guerra.

Además, hay una serie de imágenes fantasmagóricas que la apartan de lo meramente figurativo. Paracaidistas alemanes borrosos y desenfocados como gotas de lluvia lejanas que flotan suavemente en el cielo, que van en sintonía con el tratamiento de los invasores en todo el film.

Las imágenes de impacto de los horrores sobre el estado psicológico del niño se reflejan en su cara traumatizada hasta que llega a un estado zombie superado por todas las brutalidades que han sobrevenido, alcanzando un punto irreal e irracional que conecta con la forma en la que escritores como Lovecraft tratan la respuesta humana ante lo imposible, en definitiva, ante el horror incomprensible, llegando el culmen en la escena de la masacre final, rodada de forma realista, pero también con la exageración dramática de algunos detalles escalofriantes” (Jorge Loser, en https://www.espinof.com/criticas/masacre-ven-mira-obra-maestra-cine-belico-perturbadora-que-cualquier-pelicula-terror)