el somni oblidat

9 Abril 2024

Va ser la nit que vaig complir quatre anys.
Un home alt, vestit amb una sola peça
de roba interior de llana blanca
des dels turmells al coll,
s’alçava davant meu vora la llar encesa.
A la finestra es veia un cel fosc
sense estrelles.
Semblava el meu ahir, que encara no existia.
Una casa calenta a l’hora d’anar al llit
i allà fora, en la fosca, aquella guerra.
Per a mi començava la mentida del temps:
més ràpid dia a dia, sense cap subtilesa,
indiferent i sempre accelerant
però enmig del silencio més profund.

De sobte, decidir, miro endavant:
han passat vuitanta anys que ja no són enlloc,
i em trobo una finestra tan negra com aquella,
i una casa calenta dins un hivern més gèlid.
Molt d’hora veig sortir a treballar gent jove,
que porten nens a escola.
He tingut l’edat d’ells, i ara diria
que va durar uns instants, però deixant-me
per sempre aquest respecte per la complexitat.

Autor: Joan Margarit

Fotografía: Joan Colom, «Retrato de niño» (1958)

EL SUEÑO OLVIDADO

La noche que cumplí los cuatro años
estaba frente a mí, junto a la chimenea,
un hombre alto que vestía,
del cuello a los tobillos, una única pieza
de ropa interior de lana blanca.
En la ventana había un cielo negro
sin una sola estrella. Parecía mi ayer,
que no había empezado todavía a existir.
Una casa caliente donde irse a la cama
y allá fuera, en la noche, aquella guerra.
Para mí comenzaba la mentira del tiempo:
día a día más rápido, sin sutileza alguna,
acelerando y siempre indiferente
en medio del silencio más profundo.

Con decisión, de pronto,
dirijo la mirada hacia adelante:
han transcurrido ochenta años
que ya no encuentro por ninguna parte,
y hay aquí una ventana oscura igual que aquella,
y una cálida casa en un gélido invierno.
Puedo ver gente joven
saliendo muy temprano a trabajar
y llevando a los niños a la escuela.
Tuve la edad de ellos, y ahora diría
que duró unos instantes, pero que me dejó
para siempre el respeto por la complejidad.

Autor: Joan Margarit

Fotografía: Joan Colom, «Raval» (1959)


masa

1 Abril 2024

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…

Autor: César Vallejo

Fotografía de Robert Capa, “la Muerte de un miliciano” (1936)

Muerte de un miliciano es una de las fotografías más conocidas de la guerra civil española, atribuida a Robert Capa y tomada el 5 de septiembre de 1936en el término municipal de Espejo. Esta fotografía está considerada como una imagen icónica del siglo XX.

Un día del mes de septiembre de 1936 Robert Capa y Gerda Taro entraron en la provincia de Córdoba. En Espejo, hicieron una foto icónica: la del miliciano cayendo herido de muerte fusil en mano. Capa y Taro eran dos desconocidos que cruzaron los Pirineos en busca de acción y para hacer periodismo. El estallido de la Guerra Civil había conmocionado a la opinión pública europea. Los dos fotógrafos, muy jóvenes, acudieron de inmediato al lugar donde había acción: en la provincia de Córdoba la República trataba de reconquistar la capital en la que está considerada como la primera gran contraofensiva de la Guerra Civil. El frente partía la provincia de este a oeste. El Gobierno controlaba gran parte de Sierra Morena y del Valle del Guadalquivir, por lo que se consideraba que la contraofensiva tendría éxito, algo que no pasó.

Capa y Gerda Taro estuvieron primero en Espejo, al sureste de Córdoba. Días después subieron a Cerro Muriano, al norte de la ciudad. Allí fotografiaron las enormes columnas de refugiados cordobeses que huían de las bombas del ejército sublevado. Por eso siempre se pensó que la foto del miliciano se hizo allí y que ni Capa ni Taro estuvieron en Espejo, algo que se desmintió en 2009.

Todo lo que rodea a esta imagen sigue siendo un misterio que enfrenta a expertos de todo el mundo. Unos, intentando demostrar que Capa hizo trampas, y otros, tratando de defender su veracidad.

El periodista húngaro siempre sostuvo que estaba documentando una acción de guerra, que los milicianos se lanzaron al ataque y que desde las filas enemigas dispararon con una ametralladora de manera tan certera que alcanzaron al protagonista de la foto. Y que él simplemente tenía la cámara levantada y disparó también.

Más información en:

https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_de_un_miliciano


per exemple

22 Juliol 2023

Entre aquests dos estats és tot lo poble
e jo confés ésser d’aquest nombre.

Ausiàs March.

Els anys de la postguerra foren uns anys amargs,
com no ho foren abans els tres anys de la guerra,
per a tu, per a mi, per a tants com nosaltres,
per als mateixos hòmens que varen fer la guerra.
La postguerra era sorda, era amarga i feroç.
No demanava còleres, demanava cauteles,
i demanava pa, medicines, amor.
Anys de cauteles, de preocupacions i tactes,
de pactes clandestins, conformitats cruels.
Ens digueren, un dia: La guerra s’ha acabat.
I botàrem els marges i arrencàrem les canyes
i ballàrem els marges i arrencàrem les canyes
i ballàrem alegres damunt tota la vida.
Acabada la guerra, fou allò la postguerra.
S’apagaren els riures estellats en els llavis.
I sobre els ulls caigueren teranyines de dol.
S’anunciaven els pits, punyents, sota les teles.
Un bult d
e amor creixia, tenaç, a l’entrecuix.
Eren temps de postguerra. S’imposava l’amor;
brutalment s’imposava sobre fam i cauteles.
I fou un amor trist, l’amor brut, esgarrat.
Un sentiment, no obstant, redimí la vilesa
que vàrem perpetrar, innocents i cruels,
plens ja de cap a peus d’obscenitat i fang.
Res, ja, tenia objecte. La guerra, la postguerra…
¿I qui sap, al remat? Sols ens calia viure.
I després de palpar-nos feroçment, brutalment,
arribàvem a cas i dúiem les mans buides,
i encara ens mirem ara les mans buides a voltes,
i ara sentim l’espant que llavors no sentíem
i plorem per aquella puresa que no fou,
per aquella puresa que mai no hem pogut viure,
que no hem pogut tastar en cap de banda, mai.

Autor: Vicent Andrés Estellés

Fotografía: Carlos Saura, serie años 50


historia de España

20 Abril 2023

Pobre fue mi padre,
muy pobre,
y el padre de mi padre
y pobre soy yo.

Nunca supimos qué era tener
ni por qué eramos pobres
si otros no lo eran.

No tuvimos nada,
absolutamente nada
ninguno de los tres.

Nos pasamos la vida
viendo cómo se enriquecían los otros.

No tener nada mata la sangre aquí,
en España, y no te quitas el olor a pobre nunca,
y acaban convirtiendo tu pobreza
en culpabilidad, todo un arte moral.

Pobres y culpables,
el padre de mi padre,
mi padre
y yo.

Autor: Manuel Vilas

Fotografía: Manuel Ferrol, “Padre e hijo” (La Coruña, 1957)

Padre e hijo lloran al despedir a la madre que partía hacia Argentina para buscar allí un futuro mejor para la familia. El 27 de noviembre de 1957, el fotógrafo Manuel Ferrol capturó esta instantánea en el puerto de A Coruña, retrato vivo del drama de la emigración.

Las cenizas de Manuel Ferrol se esparcieron en la Costa da Morte, donde había nacido en 1923. Dejó los estudios náuticos por el cine y la fotografía. El 27 de noviembre de 1957, Rolleiflex en mano, puso su mirada en el dolor de las despedidas de la emigración. Era un encargo del Instituto Español de Emigración para vender la moto de las reagrupaciones familiares. Al ver el reportaje, se asustaron y lo enterraron en cajones. Las fotos se acabaron publicando en Ruedo Ibérico sin saber quien era el autor, cuya firma no sería reestablecida hasta los años 80. No se engañen, las fotos son de hoy mismo. ‘”a muchos de estos pobres emigrantes, que salían por primera vez de su remota aldea, los timaban sin piedad: los tenían toda la noche dando vueltas por la ría de Vigo y los bajaban por la mañana en Cangas, diciéndoles que estaban en América’”contaba Ferrol.


pájaros

19 gener 2023

Un pájaro cayó y luego otro y otro más,
hasta que miles de ellos aleteaban
sobre tejados, parabrisas, alféizares, asfalto.
Salimos asustados de los coches, las casas.
Corrimos. Gritamos. Algún niño lloró.
Al unísono dejaron de agitarse las plumas.
En sus ojos pequeños nos miraba el final.

Autor: Olalla Castro

Fotografía: Felipe Zapico, “bandada” (2022)


la última carta de Judith

4 gener 2023

A Judith, una niña de doce años,

Querido padre,

quiero decirte adiós,
adiós por siempre, padre,
ya nos llegó la muerte, padre,
y yo quiero vivir, y tengo tanto miedo
de esta muerte de esta muerte dicen
que a los niños los tiran vivos
a la fosa.
Adiós por siempre padre padre
ich habe solche Angst
vor diesem Tod.

Autor: Anna Rossell

A Judith, una nena de dotze anys,

Esitmat pare,

vull dir-te adéu,
adéu per sempre, pare,
ja ens ha arribat la mort,
i jo voldria viure, pare, i tinc tanta por
d’aquesta mort d’aquesta mort diuen
que els nens petits els llencen vius
al fossar.
Adéu per sempre pare pare
ich habe solche Angst
vor diesem Tod.

Fotografía: Wilhem Brasse, “Czeslawa Kwoka“ (1942)

Para los nazis tan solo era el prisionero número 26947, pero su nombre era Czesława Kwoka (Wólka ZłojeckaPolonia15 de agosto de 1928 – Auschwitz12 de marzo de 1943) fue una niña católica polaca que murió asesinada en el campo de concentración de Auschwitz a la edad de 14 años.

Czesława Kwoka fue una de los 230.000 niños y jóvenes menores de 18 años, entre 1.300.000 personas, que fueron deportados a Auschwitz-Birkenau entre los años 1940 y 1945.


Barcelona

19 Octubre 2022

Los escaparates del Paseo de Gracia.
El monumento a la Victoria.
La Fuente Mágica de Montjuïc.
El templo inacabado.
El Pati dels Tarongers.
El pebetero de las Olimpiadas.

Nunca serán mi ciudad.

Construyo Barcelona en mi recuerdo:

Las tardes de verano en el cine Levante.
La despedida de los amantes en la Estación de Francia.
Los presos de la Modelo.
Los muertos del Campo de la Bota.
La llegada de los inmigrantes.
Las putas y los borrachos del Barrio Chino.

Entre las fiestas alocadas de Boccacio
y la noche de flamenco en el Somorrostro
yo elijo a Carmen en la orilla de la playa.

Prefiero
los grafitis en un muro de la periferia
al Museo Picasso.

Antepongo
a la tumba de Durruti
el sueño de un niño enterrado que escucha el mar.

Autor: Javier Solé

Fotografía: Colita, “Carmen Amaya y los Tarantos” (1963)


la chica de la Verneda

2 Setembre 2022

“A esa muchacha que fue Piel de Manzana”

(J.M. Serrat)

“Por la calle abajo pasa cada día
la mujer que quiero
Por la calle abajo y al mirar sus ojos
de dolor me muero”

(Leandro A. R. Rodríguez/Juan Bautista Paz Pérez)

“vergeles súbitamente en llamas”

(Txema Anguera)

He regresado al barrio
-último tramo del viaje-
Y ella entre los escombros
De una ciudad vencida
Me sigue exhortando al amor.
Ya no es pasión, quizás ternura.
De todo y de nada.
Tiempo para agradecer
La dicha en el vertedero
La geografía de su piel
Y la rumba del suburbio.

Dilapidar lo intangible
Y después de doce lustros
La chica de la Verneda
-continente adolescente-
Aparece como antaño.

Ese perdido temblor
Que secunda este final.

Autor: Javier Solé

Fotografía: Colita, “La noia de la Verneda” (1979)

LA NOIA DE LA VERNEDA

He tornat al barri
-últim tram del viatge-
I ella enmig dels enderrocs
D’una ciutat vençuda
Em continua exhortant a l’amor.
Ja no és passió, potser tendresa.
De tot i de res.
Temps per a agrair
Aquest goig en l’abocador
La dolçor de la seva pell
I la rumba del suburbi.

Dilapidar l’intangible
I després de dotze lustres
La noia de la Verneda
-continent adolescent-
Apareix com antany.

Un perdut tremolor
Que fa costat al meu final.

Autor: Javier Solé


l’estiu

6 Juliol 2022

La brisa d’aquest vespre quasi ens jura
que l’estiu serà bo. No patirem
calor, tindrem més gana i set, beurem
l’amable vi, i la temperatura

del cos ens donarà allò que perdura
quan sembla que a l’amor li falta un rem.
Seràs, vora la mar, l’única altura
que espero de la sort, i tornarem

a una altra joventut, i la tindrem
a la sang cada nit, com una fura.
Sense comèdia ni literatura,
com tu m’has ensenyat, esculpirem

les hores perquè sempre estigui viu,
en el cor de l’hivern, el nostre estiu.

Autor: Pere Rovira

Fotografía: Man Ray, “El violín de Ingres” (1924)

“El violín de Ingres” hace referencia a las dos aberturas del instrumento que Man Ray dibujó con tinta china en las espaldas de su amante, la maravillosa Kiki de Montparnasse.

Dándole a ese desnudo femenino el cuerpo sonoro de un violín, surge toda una cadena de asociaciones condicionada, y no sólo por el título de la obra.

Man Ray dota a la foto de una especial intensidad erótica, similar a la célebre “bañista” de Ingres. Tanto el título como el turbante es un homenaje al maestro.

La fotografía acabó de consagrar a Kiki como musa de todos los artistas de Montparnasse. Desgraciadamente, pasó sus últimos años de vida en un hospital mental. A su muerte, Man Ray fue quien más la lloró.


el segundo país

23 Juny 2022

Un hijo es el segundo país donde nacemos.
Luis García Montero

Busco tu mano en la noche,
tu minúscula mano,
tu mano de bebé, talismán mío,
para escapar de oscuros pensamientos.

Del alba de los días laborables.
De la aterida sombra de su ausencia.
De los pliegues nocturnos donde aguarda,
cada vez más seguro de sí mismo,
cruel en su mansedumbre,
el fracaso,
con su inquieto latir de animal preso.

Tú sonríes dormida.
Me esperas
del lado luminoso de la noche.

Y ya no tengo miedo. Me proteges.

Autor: Ioana Gruia

Fotografía: Aleksandr Rodchenko, “Escaleras” (1929)