A finales de 1901 se impone en la obra de Picasso la monocromía azul. Es una fase independiente y estilísticamente homogénea a la que se da el nombre de Época Azul. Este color caracteriza su obra hasta 1904. Fue escogido por Picasso, no sólo por su fuerza expresiva sino también, sobre todo, por su valor psicológico, lo que le permitía ir más allá de la mera descripción naturalista. En los cuadros del ” período azul ” los personajes son mendigos, niños enfermos, madres desgraciadas y viejos decrépitos. Pintados en una gama azul oscura o de un frío tono azulado, todas las obras de este período están penetrados en una profunda comprensión por los desdichados.
Las dos hermanas, 1902. También “El encuentro” o “La entrevista”. Esta obra está inacabada y la interpretación del cuadro nada pacífica. Podría representar a dos hermanas, una de las cuales, enferma y con la cabeza inclinada, pide ayuda a la otra. También podría ser el encuentro entre una prostituta y una joven madre.
Se trata de dos mujeres, una de ellas con un bebé en brazos al que solo le podemos ver la mano y parte de la cabeza, cuyas figuras reflejan abatimiento y desesperación, pero que intentan darse consuelo la una a la otra. La primera, a la izquierda, lleva el pañuelo blanco que era obligatorio para las mujeres enfermas de sífilis que se recuperaban en el hospital de Saint-Lazare. La hipotética madre, a la derecha, tiene en sus brazos a su hijo y consuela, abrazándola, a la prostituta enferma.
La angustia sobrecogedora de esta imagen se complementa con sus vestiduras (túnicas o mantas para protegerse del frío, pies descalzos y cabeza cubierta por un pañuelo) y por el paisaje: una fría noche en lo que parece ser un patio de paredes desnudas. El desconsuelo que transmite es intenso y eterno.
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