el obrero herido (Antonio Berni , 1949)

30 Abril 2022


El Obrero Herido relata una escena trágica en la que una mujer sostiene el cuerpo herido y casi sin vida de un obrero.

El hombre reposa sobre una camilla y está cubierto de sangre desde el pecho hasta la boca. Todo su cuerpo yace inmóvil y su mano cae a un lado. La mujer se aferra a él desesperadamente para no perderlo. La muerte, el cansancio, la alienación y explotación en el obrero y la desesperación y la angustia en el rostro de la mujer que lo sostiene.

En esta obra el rostro del obrero muestra el maltrato y el cansancio producto de la explotación y nos hace pensar que probablemente fue herido por manifestarse. No tenemos la certeza de que este muerto, pero su ropa está sucia y desarmada y el color azul frío y pálido de su saco se contrapone con el cálido amarillo de la mujer que con seguridad está viva.

Berni ha utilizado una paleta de colores primarios –rojo, amarillo y azul- modelados, es decir mezclados con negros, blancos y grises obteniendo colores desaturados y también algunos neutros que ha utilizado mayormente en los rostros. Los colores cálidos como el rojo en la sangre y el amarillo en el vestido de la mujer están dentro de una composición de colores fríos como lo son el fondo, de verdes oscuros, negros y marrones haciendo que se impongan en la escena y le den cierta lectura a la obra. También se contraponen por ejemplo el saco amarillo –color cálido- de la mujer con el azul –color frío- del saco del hombre. A pesar de ser un color frío el azul del saco se destaca casi de igual manera que el rojo y el amarillo. Los mismo sucede con la camisa blanca manchada de sangre.

La perspectiva que nos ofrece Berni le proporciona más dramatismo a la escena aún. El espectador no la observa desde arriba, ni desde abajo sino al mismo nivel, como si estuviéramos parados enfrente de esa camilla. La herida roja en el pecho del obrero, donde está su corazón, es el elemento más trágico de la obra. El personaje de la mujer iluminada en su totalidad, sosteniendo el cuerpo débil y herido del obrero hacia el cual se dirige una luz que proviene del cielo y va directamente a su corazón, nos recuerda un poco a la escena en la que María sostiene el cuerpo de Jesus, luego de la crucifixión

El realismo social que se refleja en las obras de Berni lo convierte en un artista eminentemente político.

El “Obrero Herido”, es parte de una serie donde se encuentran otras obras como “Obrero Muerto”, y “Obrero Encadenado, San Sebastián”.

Toda su obra está unida por la temática social que desarrolla: la pobreza, la miseria, el hambre, la desocupación, la prostitución, las manifestaciones, las costumbres argentinas en la ciudad y en el campo.


entremos

29 Abril 2022

Esta es nuestra casa.
Entremos.
Para ti la hice
como un libro nuevo.
mirando, mirando,
como la hace el hornero,

Tuya es esta puerta;
tuyo este antepecho,
y tuyo este patio
con su limonero.

Tuya esta solana
donde en el invierno
pensará en tus párpados
tu adormecimiento.

Tuyo este emparrado
que al ligero viento
moverá sus sombras
sobre tu silencio.

Tuyo este hogar hondo
que reclama el leño
para alzarte en humo,
para amarte en fuego.

Tuya esta escalera
por la cual, sin término,
subirás mi nombre,
bajaré mis versos.

Y tuya esta alcoba
de callado techo,
donde, siempre novios,
nos encontraremos.

Esta es nuestra casa.
¡Hazme el primer fuego!

Autor: José Pedroni

Ilustración: Pio Collivadino, “Independencia y Paseo Colon” (1920)


reflejo de nubes (Karl Schmidt-Rottluff, 1936)

28 Abril 2022

Durante el verano de 1936 Karl Schmidt-Rottluff realizó un conjunto de óleos y acuarelas junto al lago Leba, un remoto lugar de pescadores situado en las cercanías de Rumbke, en la Pomerania Oriental, en el que el pintor pasó los veranos entre 1932 y 1943. En la acuarela Reflejo de nubes, como en las demás obras de ese verano de 1936, entre las que destaca el óleo Reflejos en el lago, los reflejos en las tranquilas aguas del lago se convierten en el motivo central de la composición. Las formas planas y sintetizadas de las nubes y de la orilla del lago, con los contornos delimitados por gruesas líneas negras, y el juego de equívocos que se establece entre las formas del paisaje y su reflejo, o duplicado, en el agua, conceden a la composición una cierta abstracción. Aunque en la escena aparece la figura abocetada de un pescador en una barca, Schmidt-Rottluff dedicó poca atención a los lugareños, concentrando toda su energía en la plasmación plástica de la belleza del paisaje. Por otra parte, como ocurre en la mayoría de sus acuarelas, el artista utiliza un estilo espontáneo derivado de la rapidez de ejecución de esta técnica.

Karl Schmidt fue uno de los protagonistas del primer movimiento pictórico expresionista alemán. En la Escuela de Chemnitz coincidió con Erich Heckel y, en 1905, siguió sus pasos y se trasladó a la ciudad de Dresde para estudiar arquitectura y pintar de forma autodidacta. Junto a Heckel, Ernst Ludwig Kirchner y Fritz Bleyl creó en 1905 el grupo expresionista Die Brücke (El Puente), con la intención de buscar un nuevo lenguaje pictórico que rompiera con el pasado. Fue entonces cuando el joven Karl Schmidt añadió a su nombre el de su lugar de nacimiento y se convirtió en Schmidt-Rottluff. En los veranos de 1907 y de 1912 fue con Heckel a pintar a Dangast, y en 1911 siguió a sus compañeros en su traslado a Berlín, donde residió el resto de su vida.

Durante la Primera Guerra Mundial combatió en el frente ruso. Con la llegada del nazismo al poder su reconocimiento se eclipsó, y en 1937 pasó a ser considerado un «artista degenerado». Fue expulsado de la Reichskammer der Bildenden Künste, sus cuadros se retiraron de los museos y se prohibió exhibir su obra. Durante estos años de obligado exilio interior, pasó largas temporadas en el lago de Leba, en la Pomerania Oriental, donde realizó numerosas acuarelas.

Su estilo expresionista, de pincelada vigorosa y brillante colorido, evolucionó desde un primer periodo bajo la influencia de Van Gogh hacia formas más planas y sintéticas. El motivo principal de sus obras era el paisaje y los retratos.


el rito

27 Abril 2022

La maqueta de un barco encima del escritorio.

Cuando me siento presa en la botella
o en dique seco
o sin horizonte en marea muerta,
tomo esa pieza
y vierto sobre ella una gota de agua.

Y la nave respira,
consciente de su sentido.

Autor: Miren Agur Meabe

Fotografía de Kyle Thompson


cuna

26 Abril 2022

Haz con tus propias manos
la cuna de tu hijo.
Que tu mujer te vea
cortar el paraíso.

Para colgar del techo,
como en los tiempos idos
que volverán un día.
Hazla como te digo.

Trabajarás de noche.
Que se oiga tu martillo.
«Estás haciendo la cuna»
que diga tu vecino.

Alguna vez la sangre
te manchará el anillo.
Que tu mujer la enjuague.
Que manche su vestido.

Las noches serán blancas,
de columpiado pino.
Harás según el árbol
la cuna de tu niño.

Para que tenga el sueño
en su oquedad de nido.
Para que tenga el ángel
en un oculto grillo.

La obra será tuya.
Verás que no es lo mismo.
Será como tus brazos
la cuna de tu hijo.

Se mecerá con aire.
Te acordarás del pino.
Dirás: «Duerme en mi cuna».
Verás que no es lo mismo.

Autor: José Pedroni

Ilustración de Millet


corindón

25 Abril 2022

Así llamé a ese reino
que fabuló mi infancia,
nombre de mineral duro
para quien ya enmudecía
intimidado por su fragilidad.
Para su piel de aire,
inventé una bandera,
una cronografía mítica
de batallas y perdedores,
tierras de conquista
que no eran paraísos lejanos
sino las eras
y los campos de labor de mis mayores,
mapas,
leyendas y estatutos
como una cartografía del sueño
que hizo de mí un extranjero
entre el olor de los míos,
me erigí su príncipe bastardo,
investí una heráldica nobiliaria
en mis perros y gatos
y en algún niño de carne rubia
que jamás reparó en mí.
Corindón lejano,
país del edén entre los dedos,
hoy te sé
la comarca fría del desarraigo
que aún poseo como una herencia,
aún te siento mi exilio
que palpo con nostalgia
y esa culpa tan honda
que aún me hiere como el pecado
de no pertenecer a quienes me aman.

Autor: Rafael Escobar Sánchez

Ilustración: Theodor Kittelsen, “Soria Moria Palace” (1900)

 


la señorita del castillo en su lecho de muerte (Fortuny, 1871)

24 Abril 2022

Interesado por la tauromaquia las escenas andaluzas, Fortuny se traslada a Granada. Al llegar la familia Fortuny a Granada se instalaron en la fonda de los Siete Suelos, situada en las murallas de la Alhambra; allí permanecieron durante más de un año a pesar de las incomodidades del lugar para tantos inquilinos como eran los Fortuny y sus numerosos acompañantes. El pintor alquiló una casa en el Realejo Bajo pero siguió en contacto con los dueños de la fonda, como demuestra este retrato de la hija en su lecho de muerte, fallecida en febrero de 1871.

La razón de este lienzo la encontramos en el deseo del artista por pintar todo lo que le rodea ya sea un paisaje, una gitana o el triste fallecimiento de una joven. La figura se presenta en diagonal, dentro de un blanco ataúd, depositando su cabeza sobre un almohadón que al quedar en sombra toma tonalidades malvas, igual que hacían los impresionistas. Un potente foco de luz baña toda la figura mientras el resto del espacio queda en penumbra. Una vez más, Fortuny combina el delicado dibujo con una pincelada fluida que no atiende a detalles, más interesado en captar el momento que en el preciosismo. El contraste de tonalidades y la iluminación empleada indican la cercanía del pintor catalán al luminismo.


amor en la biblioteca

23 Abril 2022

Cuentan que cuentan que había
una vez una princesa
que vivía en un estante
de una vieja biblioteca.
Su casa era un cuento de hadas,
que casi nadie leía,
estaba entre un diccionario
y un libro de poesías.
Solamente algunos chicos
acariciaban sus páginas
y visitaban a veces
su palacio de palabras.
Desde la torre más alta,
suspiraba la princesa.
Lágrimas de tinta negra
deletreaban su tristeza.
Es que ella estaba aburrida
de vivir la misma historia
que de tanto repetir
se sabía de memoria:
una bruja la hechizaba
por envidiar su belleza
y el príncipe la salvaba
para casarse con ella.
Cuentan que cuentan que un día,
justo en el último estante,
alguien encontró otro libro
que no había visto antes.
Al abrir con suavidad,
sus hojas amarillentas
salió un capitán pirata
que estaba en esa novela.
Asomada entre las páginas
la princesa lo miraba.
Él dibujó un sonrisa
sólo para saludarla.
Y tarareó la canción
que el mar le canta a la luna
y le regaló un collar
hecho de algas y espuma.
Sentado sobre un renglón,
el pirata, cada noche,
la esperaba en una esquina
del capítulo catorce.
Y la princesa subía
una escalera de sílabas
para encontrar al pirata
en la última repisa.
Así se quedaban juntos
hasta que salía el sol,
oyendo el murmullo tibio
del mar, en un caracol.
Cuentan que cuentan que en mayo
los dos se fueron un día
y dejaron en sus libros
varias páginas vacías.
Los personajes del libro
ofendidos protestaban:
“Las princesas de los cuentos
no se van con los piratas”.
Pero ellos ya estaban lejos,
muy lejos, en alta mar
y escribían otra historia
conjugando el verbo amar.
El pirata y la princesa
aferrada al brazo de él
navegan por siete mares
en un barco de papel.

Autor: Liliana Cristina Cinetto


biblioteca

22 Abril 2022

Un espejo que se niega a reflejarnos,
una sombra que abandona su cuerpo,
caminar sobre las aguas,
viajar al centro de la tierra,
el buque fantasma del holandés errante,
gigantes con un solo ojo y máquinas del tiempo:
cosas imposibles menos para aquellos
que han encontrado en un libro
la clarividencia de los actos desesperados
contra la realidad.

Autor: Mario Pérez Antolín

Ilustración: Edouard John Menta, “sirvienta leyendo en la biblioteca” (1915)


el parlamento de los monos (Banksy, 2009)

21 Abril 2022

Originalmente titulada Question Time, y posteriormente Devolved Parliament, en español se conoce como El Parlamento de los Monos, porque representa una sesión de debate en la Cámara de los Comunes de Londres. La metáfora es que los políticos han sido sustituidos por chimpancés y, en lugar de intercambiar ideas, se disponen a arrojarse plátanos los unos a los otros. Aunque la asamblea parece transcurrir con cierta compostura, las poses agazapadas de los chimpancés y el juego de miradas entrecruzadas genera una elevada tensión en el ambiente. 

Por supuesto, se trata de una cruel sátira política.  El cuadro es heredero de otra obra de arte urbano con monos, rotulada por el mismo artista Reír ahora, pero un día estaremos al mando. También puede relacionarse con una historia de Franz Kafka que se titula Informe para una Academia, en la que un mono expone ante un comité de científicos su deseo de integrarse en la comunidad humana. La obra de Kafka ahonda en los criterios esgrimidos para la asimilación étnica y social, de tal forma que el mono es ridiculizado. En esta ocasión, Banksy transforma en monos a todos los representantes elegidos de la asamblea nacional, ridiculizándolos y haciendo válido el dicho popular de que no nos merecemos a quienes nos gobiernan. Viendo el elevado grado de mediocridad generalizada de la clase política actual, y las lamentables escenas que se repiten cada día en el congreso, parece que se trata de un diagnóstico terriblemente acertado.