la Dama de Shalott (John W. Waterhouse, 1888)

31 gener 2017

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John William Waterhouse (1849-1917), pintor británico que en sus comienzos estuvo influenciado por el neoclasicismo victoriano. Posteriormente queda adscrito a la corriente prerrafaelista. Temáticamente aborda primero la antigüedad clásica y más adelante los literarios, siempre con un estilo suave y misterioso, imbuido de romanticismo, que permiten encuadrarlo dentro del simbolismo.

Cuenta la historia de una dama misteriosa, llamada Elaine o Elena, encerrada en una torre gris donde se ocupaba de tejer noche y día un tapiz en el que representaba el mundo (las cercanías de Camelot) tal y como ella lo veía a través de un espejo, pues, presa de alguna maldición, le estaba prohibido contemplarlo desde su ventana (la imagen recuerda poderosamente el mito de la caverna de Platón). Los campesinos que la oían cantar al amanecer la consideraban un hada. Un buen día, la joven contempló al caballero Lancelot en el espejo y quedó prendada de él, dejó su tarea y dirigió la mirada hacia Camelot a través de la ventana. En ese instante, el espejo se rompió, y el tapiz salió volando. La joven se atrevió a salir de la torre y tomó una barca, en cuya proa escribió su nombre, dispuesta a deslizarse por el río hasta llegar al palacio y encontrar a su amado. En su viaje, su dulce canto se iba extinguiendo a la par que su vida. Sólo su cadáver llegó a puerto.

En la escena que pinta Waterhouse se ve a Elena en una barca, fluyendo en dirección a Camelot. Se nos muestra una muchacha indefensa, con una simple túnica blanca en lugar de la poderosa bruja con el elegante vestido que solía tener. Su aspecto es el de una mujer agotada y caída a su destino, a su muerte. Su mirada está ausente, y sus brazos abandonados en señal de rendición.

Si se observan los detalles, se ven las telas en la barca que ella misma había tejido. Estas narran las aventuras de los Caballeros de la Mesa Redonda, así como el amor que siente por Lancelot. También cobran importancia las velas, que se van apagando a medida que la dama avanza hacia su destino.

El paisaje inglés de fondo se reduce a trazos de color apagado y los juncos que aparecen en primer plano se muestran mediante simples pinceladas. La riqueza de color y los magníficos detalles sólo se utilizan para enfatizar la figura central. Waterhouse se concentra en la atmósfera y la decoración que tan bien ejemplifica Lady of Shalott; hay menos insistencia en el diseño, y más en la atmósfera.

Más información en:

http://johnwilliamwaterhouse.jimdo.com/obras/la-dama-de-shallot/

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Walter Crane (1845-1915, también inglés había realizado una versión de la misma leyenda donde la dama yace ya definitivamente dormida. Resalta cromáticamente su vestido blanco y la tonalidad oscura de los árboles, del agua del río, de la propia barca. De esta manera la figura yacente de la dama que se desplaza suavemente transmite una serenidad elegíaca.


el adiestramiento

30 gener 2017

logan-zillmer-looking-for-sun
Me enseñaron a leer
Para que no tuviera excusas
Si incumplía sus leyes.
Me enseñaron a contar
Para que no tuviera excusas
Si les robaba su tiempo.
La poesía no estaba entre sus normas.
La poesía no entraba en sus cálculos.

Autor: Pedro Flores del Rosario

Ilustración: logan zillmer, “Looking for Sun”


un dia

29 gener 2017

maurice-de-vlaminck-poplars-1908
Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.

Autor: Alaíde Foppa

Ilustración: Maurice De Vlaminck, “Poplars” (1908)


El asesinato de Camden Town (Walter Sickert , 1908)

28 gener 2017

Walter Sickert - El asesinato de Camden Town, o ¿Qué vamos a hacer por el alquiler (1908)
“Era una tarde de domingo húmeda y triste; no hay en el mundo espectáculo más aburrido que un domingo lluvioso de Londres”

(Thomas de Quincey)

Walter Richard Sickert (1860-1942), pintor impresionista, que vivió sobre todo en Inglaterra y Francia. Considerado uno de los artistas más importantes de Inglaterra, aunque no era inglés, ha sido relacionado con la figura de Jack el Destripador.

Integrante del postimpresionista Camden Town Group e interesado en retratar escenas urbanas

En 1907, impactado por el conocido “Crimen de la ciudad de Camden”, el asesinato de una prostituta, pintó varias versiones del mismo, en las que podemos ver, de forma constante, a un hombre corpulento y obeso, sentado en el borde de la cama con aspecto desesperado y sobre la cama, acostada una mujer desnuda.

Walter Sickert - El asesinato de Camden Town (1909) (02)Lo tituló de diferentes maneras cada vez que se expuso, en una de ellas: “¿Qué tenemos que hacer por el alquiler?” (El hombre parece preocupado por las deudas mientras su mujer duerme.); otra “El Crimen de la ciudad de Camden” (El hombre acaba de matar a la mujer que está acostada a su lado); este juego de títulos, en los que una escena es susceptible de varias interpretaciones, fue algo frecuente en la pintura victoriana.

Walter Sickert - asesinato de Camden Town (1909) (03)En cualquier caso, cualquiera de las versiones inspira en quien lo contempla un desasosiego sutil pues aunque las imágenes no tienen ni el color de la sangre ni las figuras están deformadas o están tétricamente pintadas hay en el cuerpo desnudo de la mujer y en el hombre que silencioso la contempla una tensión indescriptible que sólo aflora con fuerza en los diferentes colores y formas del papel pintado de las paredes.

Por otra parte, este interés por las truculentas historias criminales de la época victoriana no acaban aquí.  Walter Sickert retrató el cuarto del famoso criminal en serie en “El cuarto de Jack el Destripador”. La casera del pintor le explicó a éste sospecha del anterior inquilino y las investigaciones del pintor alimentaron esta leyenda (se trataba de un acomplejado estudiante de veterinaria con extraños hábitos, a quien sus padres vinieron a buscar y lo trasladaron a la localidad de Bournemourth, de donde era oriundo, para internarlo en un hospital psiquiátrico. El motivo: ocultar la vergüenza, dado que su insano hijo era el homicida serial de Whitechapel intensamente buscado por la policía de Scotland Yard, y a quien también se conocía bajo el tenebroso alias delictivo de Jack el Destripador).

Walter Sickert - la habitación de Jack el destripador (1907)En la pintura todo está deliberadamente emborronado, la figura del asesino está de espaldas y encorvada. Al carácter histriónico del pintor y su gusto por lo macabro se une ahora una pintura donde rehúye el retrato del asesino, bien por no conocerlo, bien por ser efectivamente de mayor cargo emocional y artística permanezca semioculto o bien por ser el mismo pintor (como algunas investigaciones inconclusas han sugerido).

Lo verdaderamente sorprendente es la forma pictórica -claramente postimpresionista y alejada de las vanguardias que ya mismo se están fraguando en Europa- con una temática que otros pintores (Munch, Dix…) desarrollaron en estilos más descarnados.


el destino de los pájaros

27 gener 2017

mujer-con-pajaros
Todas las aves migratorias
vuelan juntas
agrupadas en forma de cuña.

Cuando llegan al final del viaje
en el recuento
no están todas.

Algunas,
las más valiosas,
perecen en el cielo
y son enterradas en la tierra
custodiadas por tres diosas
vestidas de blanco
con severo semblante
que tejen en hilo invisible
el destino de todas las adolescentes.

Autor: Javier Solé

Del libro de poemas “La casa del silencio” (ISBN 978-84-9095-522-2)


epitafi

26 gener 2017

mark-demsteader-shalow-water

“La vida sempre té raó.”
(Miquel Martí i Pol)

La vida sempre té raó,
vas dir, Miquel.
I jo que confio
en la vida que duc dins,
tan viva.
Avui, però,
exhumaria el teu cos
i t’obriria la boca
que vessa de veritats
per fer-te empassar
un a un els mots
com punys
del teu aforisme.

La vida sempre té raó
em dic, com un mantra
que de vegades em salva
del dolor i la ràbia.
Avui, però
tota la física quàntica
i tot el pensament sistèmic
i tota la tragèdia clàssica
grega
i altres paraules difícils
que et sustenten
cauen sobre mi com una llosa.

I jo que esgarrapo
la terra que t’exculpa,
tan viva.

Autor: Àngela Comajuncosas Calzada

Fuente original: http://arracadesdecirera.blogspot.com.es/2016/12/epitafi.html

Ilustración: Mark Demsteader, “Shalow Water”


poética

25 gener 2017

augustus-edwin-john-david-at-the-table
Todo empezó cuando mamá,
mirando las puntas de los lápices
decía:
Si gastas ahora todos los colores,
no podrás pintar más árboles,
ni más tigres, cuando te lo pidan.
Y tracé bosques calcinados
por rayos que nadie veía,
sigilosas fieras a las que bastaba ser
dos radiantes ojos en la noche.

Autor: Pedro Flores del Rosario

Ilustración: Augustus Edwin John, “David at the Table”


inmóvil

24 gener 2017

elena-georgiou

“Con mis alegrías iluminaré tinieblas,
con mis escombros construiré catedrales”

 (Elvira Laruelo, fragmento del poema “Autorretrato”)

Cuando
quiere expresarse
un desgarro íntimo
un dolor intenso sincero ingobernable
que no admite sobornos ni edulcorantes
sólo germinan palabras inservibles.

Por ello,
el escritor abandona la tarea de juntar palabras,
colecciona ahora
sonrisas perdidas
miradas desvanecidas
besos intrascendentes
risas absurdas,
un inventario de actos cotidianos
que le permitan proseguir
un largo viaje a ningún lugar
con todo el ayer
como letanía
que envenena las noches
malbarata los días
ilumina las tardes.

En cada nuevo amanecer
la misma imagen congelada
de la misma niña
siempre con la misma edad
vestida todos los días con la misma ropa.

Es una fotografía casi perfecta,
sólo restaría una linterna mágica
y que la imagen engendrara
la ilusión del movimiento
volviendo todo a la vida de antes.

Autor: Javier Solé

Fotografía de Elena Georgiou

Del libro de poemas “La casa del silencio” (ISBN 978-84-9095-522-2)


cerezas

23 gener 2017

ferdinand-hodler-cerezo-en-flor-1905
Al llegar al huerto
los pájaros huían
como si tuvieran algo que esconder.

Debajo del cerezo,
charcos de sangre dulce
impregnaban la tarde
de la primera muerte.

Mamá, ─ dijo el niño, ─ ¿se está muriendo?
No hijo mío, le sobra la vida.

Autor: José Manuel Soriano Deagracia

Ilustración: Ferdinand Hodler, “cerezo en flor” (1905)


el paso del tren (Dario Regoyos, 1902)

22 gener 2017

Dario Regoyos - el paso del tren (1902)
El paso del tren es una escena que se ubica en Ategorrieta, cerca de San Sebastián, y que fue llevada a cabo en otoño del mismo año en el que Darío de Regoyos se trasladó a esta ciudad desde Irún.

El ambiente otoñal está perfectamente plasmado mediante la escasez de hojas en los árboles y la falta de sol, que impide la formación de sombras.

Regoyos amaba el País Vasco por su luz moderada, que le permitía captar todas sus variaciones y tener en la naturaleza el mejor modelo para sus óleos. Como impresionista que era, sostenía que un artista podía pintar diferentes escenas sin tener que viajar, sólo debía observar los cambios de luz o del tiempo. Por otro lado, desde sus comienzos como pintor sintió un atractivo especial por los temas ferroviarios, realizando decenas de cuadros con esos motivos y mostrando en todos ellos una enorme capacidad para captar el humo del tren, como sucede en este óleo, que sirve además para indicar el movimiento del convoy sin tener que representar la locomotora. La razón de ello quizá residiera en impedir que la máquina rompiese con su presencia la armonía natural del paisaje, considerando que los vagones de madera eran menos dispares.