la recolecta de heno en Éragny (Pissarro, 1887)

19 Abril 2020


Esta pintura es un espléndido ejemplo de puntillismo, la técnica con la que Camille Pissarro estaba experimentando. La pintura se aplicó en pequeños puntos y rayas de color contrastante. No fue fácil: Pissarro le escribió a su hijo que había luchado con esta pintura durante días para lograr exactamente lo que tenía en mente.

Esta pintura, The haymaking, Éragny, captura la bulliciosa temporada de heno en la zona rural de Éragny, donde Pissarro vivió con su familia desde 1884 hasta su muerte en 1903.

El lienzo muestra claramente cómo el artista usó su versión personal del puntillismo para realzar los efectos de color y luminosidad de su obra. Desde la distancia, la paleta de colores de Pissarro, aplicada en puntos y toques sistemáticos, forma una unidad y aumenta la intensidad de la luz y el color de la pintura.

Camille Pissarro (1830-1903) fue un pintor impresionista, fundador de ese movimiento. Pintó la vida rural francesa, sobre todo los paisajes y las escenas en los que aparecían campesinos trabajando y fue un afamado teórico de la anarquía.

El grupo impresionista estaba formado por personalidades tan dispares como Renoir, Monet, Degas, Pissarro o Sisley, todos ellos tenían algo en común buscaban renovar el panorama artístico alejándose de las normas encorsetadas del momento, por lo que no dudaron en desafiar el arte impuesto por la Academia Francesa y los Salones. Crearon una nueva visión del arte relacionada con la vida moderna y la percepción visual inmediata. Y todo ello se dio en un lugar increíble, el Paris de finales de siglo, que en aquel momento asesoraba el reconocimiento de ser la capital cultural de Europa.

Por entonces entre los pintores más avanzados prevalecía el interés por la pintura de paisaje, ya que este género les permitía pintar directamente del natural, e irse alejando de las regias normas de la Academia.

Camille Pissarro se caracterizó en su trayectoria vital y artística por permanecer siempre fiel a sus principios. Se le considera el pintor de lo sólido, de lo terrestre, de la iluminación uniforme, que la muestra a través de los caminos, los árboles o los tejados a lo largo de todas las estaciones del año. Su obra ha pasado a la historia como el tándem perfecto entre la tradición del paisaje más clásico de Corot y la actitud de los pintores más modernos de su época.

Artista de gran rigurosidad y coherencia, elegiría la naturaleza como objeto pictórico, convirtiéndose en el gran paisajista del grupo. Pintor constante aportaba unidad a los Impresionistas. Bondadoso y con gran habilidad para el trato humano sería capaz de por lo menos hacer más fácil la existencia del grupo.

Fue el pintor de la naturaleza agreste y de la vida rústica. Nunca buscó motivos raros ni horizontes excepcionales, ni embelleció las cosas.

Fue un espíritu lleno de inquietudes. Quizás su universal curiosidad, como su ‘humanitarismo’, las debiera a su raza hebrea. Desde 1880 sus paisajes rústicos tendieron a poblarse de figuras y acabó pintando, durante unos años, escenas con personajes campesinos, no –como alguien supuso- con la misma intención de Millet, sino cediendo a la tentación de tratar con nueva visión pictórica esos temas, tan sugerentes.

En tales pinturas (en general de tonalidades terrosas o agrisadas), a fin de realzar los efectos luminosos, empleó pinceladas ‘vermiculares’ (en forma de coma) dadas diagonalmente, y acentuando todavía los efectos del colorido mediante la diseminación, en el fondo del lienzo, de otras manchas y pinceladas breves que se entrecruzan. Esta técnica, ya en cierto modo afín a la del divisionismo, le condujo, cuando trató a Signac y Seurat en 1885, a adherirse momentáneamente a la joven escuela ‘puntillista’ “.

Su tema principal fue el paisaje, muchas veces con figuras campesinas, aparte de una secuencia de paisajes urbanos de Rouen y París que comenzó en 1896. Sus temas campesinos reflejaban sus ideas anarquistas. Pissarro estaba convencido de que el futuro de la sociedad estaba en la descentralización y en un regreso a la tierra.

Otras ilustraciones: “Harvest” (1883), “La cerca” (1872), “Turkey Girl (1884)” y “La cosecha” (1882)