sotiría

27 gener 2018


Que se marche ya el día con sus luces.
¿Por qué la noche se demora tanto?
Entre las sombras del pinar
una butaca me espera.

Se apagarán las lámparas en las alcobas
y el sueño acudirá como un desmayo.
Una cama vacía, en este sitio,
no le sorprende a nadie.

Me envolverá la oscuridad,
mientras me enredo entre las sombras
profundas, y creeré ser algo,
otra vez, de este mundo.

En el temor se adentrará la noche
cuando el viento aparezca de repente.
El eucalipto agitará su cabellera
con los secretos de los sueños.

Acecharé el recóndito torneo
del otoño, ese enemigo invicto.
Me acunará, como una alegre canción,
su restallar desesperado.

Y aunque yo no lo aguarde, ha de venir (lo sé)
el gato aquel que va de ronda.
Un gato que ignora lo que es una caricia,
y ni la da ni te la pide.

Tan sólo se sienta a mis pies,
indiferente a la acritud del frío.
Con discreción, evita mi mirada,
y es como si me conociese ya de antiguo.

Autor: María Polydouri

Ilustración: Amedeo Bocchi, “Melancolia”