el regreso a los campos (George Clausen, 1882)

El regreso de los campos (1882) muestra a dos jóvenes trabajadores que transportan fardos de maleza que habían obtenido limpiando los bosquecillos. Esta maleza se usó para setos, o como implementos de golpes para apagar incendios o, a veces, para construir vallas para ovejas.

Sir George Clausen (1852-1944) es un ejemplo particularmente interesante, ya que su trabajo se desarrolló desde el naturalismo rural, pasando por el impresionismo, hasta un estilo postimpresionista característico. Sus pinturas posteriores, en particular, utilizan la luz y el color para crear una atmósfera maravillosa. También estuvo activo en un período crucial en la agricultura británica, ya que muchas de sus prácticas tradicionales estaban siendo reemplazadas por sistemas motorizados, transformando el campo y sus comunidades.

Sus primeros trabajos, durante la década de 1870, fueron paisajes poco distinguidos después de la Escuela de La Haya y paisajes urbanos de su entorno londinense. Pero estos le dieron gusto por la vida en el campo, y cuando se casó en 1881, la pareja se mudó a Childwick Green en lo que entonces era la zona rural de Hertfordshire. Desde allí visitó Francia, pintando en la colonia de artistas de Quimperlé, donde se familiarizó por primera vez con la pintura al aire libre.

Fue en Childwick Green donde comenzó a pintar escenas realistas del campo, en particular de sus muchos trabajadores manuales. Siguiendo el ejemplo de Jean-François Millet, y bajo la influencia más contemporánea de Jules Bastien-Lepage y Léon Lhermitte, sus campesinos no eran románticos sino arenosos y arrugados.

Clausen se convirtió en uno de los pintores modernos más destacados del paisaje y de la vida campesina, influenciado en cierta medida por los impresionistas, con quienes compartió la opinión de que la luz es el verdadero tema del arte del paisaje. Sus cuadros sobresalen en representar la apariencia de las cosas bajo la luz del sol al aire libre, o en el refugio sombreado de un granero o establo.

Diciembre muestra a dos trabajadores de campo envueltos en el frío podando nabos en un paisaje invernal y se relaciona con una pintura más grande titulada Tarde de invierno.  En la pintura más grande, la figura femenina está en una pose ligeramente diferente y se ha agregado otra figura masculina en el fondo apilando las remolachas, y una niña en primer plano.

La recolección es el acto de recolectar los cultivos sobrantes de los campos después de la cosecha. El derecho a espigar campos estaba reservado a las personas en situación de pobreza. Se convirtió en un tema popular en el arte victoriano, pero a menudo se idealizaba. En Espigadoras regresando a casa (1904) mujeres y niños portando cargas pesadas está ambientada en Essex. Su dificultad es evidente en sus posturas y miradas vacías pero destaca especialmente la iluminación que brinda un sol absorbente.